“El 3 de julio de 2021 tuve un ataque cerebrovascular que me provocó parálisis en el lado derecho del cuerpo”, escribe María Moreno (autora de más de quince libros de ficción y no ficción, ganadora entre otros premios de la Beca Guggenheim) en La merma. Y agrega, como quien se reserva para el final lo más importante: “incluida la mano”. Lo que sigue es la crónica de ese cuerpo: el paso por la Unidad de Cuidados Intensivos, el centro de rehabilitación, el regreso a casa.
En el centro del relato está el cuerpo, pero sobre todo la mano: con la mano se escribe. El problema es que ahora cuelga, lívida, alejada de la voluntad pero obsecuente, firme en su afán por no romper la simetría del cuerpo. “La mayor transgresión al modelo de belleza humano es quebrar el principio de simetría”, dice la autora. Para colmo duele. ¿Por qué no amputarla y poner una prótesis que sirva para algo? Moreno le dedica varias páginas a la experiencia de usuarios de diferentes prótesis incluida María Inés Mato, la nadadora de aguas abiertas, y el escritor Mario Bellatin. También fantasea con la muerte: los amigos que militaban en los 70 bien podrían hacerse cargo. ¿Y qué hacer con el imperativo del bípedo? Hay que caminar, le indican pero a esta altura, como dice la autora, ¿qué sentido tiene someterse a la tortura de la rehabilitación, si para caminar habría que usar ese bastón/trípode enemigo de la elegancia? ¿Qué podría sumarle a la figura de autora que, con su flequillo y su pelo lacio –“¿es natural?”, le preguntan en el hospital las enfermeras mientras le hacen un “peinado estatal de cara descubierta”–, ha construido a lo largo del tiempo? La mente va y viene tratando de entender un cuerpo escindido, distante una parte de la otra: “De mí, queda solo la mitad”, dice. Lo hace con poesía –Edgar Bayley, Néstor Perlongher, Susana Thénon– y con crudeza, como cuando cuenta la visita de Noelia, una amante. La escena es casi un espejo de otra presente en Black Out (2016), en la que el hombre también saca un cuchillo en la escena erótica. También están los personajes del sistema hospitalario: el sadismo de las enfermeras, el paradójico descuido de las cuidadoras, la rudeza de los camilleros. Cualquiera que haya pasado por una internación sabrá de qué habla. También los amigos en esa larguísima dedicatoria que abre el libro. Y el cuerpo político: las marchas, el peronismo, la militancia feminista.
Aunque diga que perdió su toque barroco, la prosa de Moreno sigue produciendo un efecto maravilloso: quien lee siente que ha sido arrojado desde un paracaídas y que no tiene la menor idea de cómo será el territorio final de cada oración. Un libro sembrado de frases que solo ella puede escribir; duro como la experiencia que narra, escrito con enorme maestría.
La merma
Por María Moreno
Random House
157 páginas, $ 26.999