Otro día perdido, el ciclo con el que Mario Pergolini regresó a la televisión abierta, no pasó desapercibido. Y es que tras más de 15 años lejos de la pantalla chica, el conductor está de vuelta. Durante todo ese período, el ex CQC tuvo una mirada crítica sobre la programación de los canales de aire y eso le dejó aliados y enemigos. Con un formato similar al de un late night show norteamericano, un gran estudio con público en el piso y banda en vivo, está acompañado por la humorista Laila Roth y Agustín Aristarán. Un monólogo de actualidad escrito por Alejandro Borensztein, que además es productor del ciclo junto con Diego Guebel, diferentes secciones realizadas con IA y figuras invitadas fueron parte del menú de una primera semana que dejó alzas y bajas en materia de rating.
“Necesitaba este cierre con la tele o un nuevo comienzo, y espero que les guste porque más no podemos dar”, abrió con su habitual estilo. Su mirada sobre la actualidad con humor e ironía fue parte del monólogo con el que se refirió a la situación actual de Cristina Kirchner y las internas entre el presidente Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel, en el primer programa. “¿En cuánto calculan que va a decir que somos unos mandriles?“, se preguntó en el debut, visiblemente nervioso y con varios furcios, producto de la falta de costumbre. Luego, con inteligencia artificial armaron un video en donde los principales dirigentes del país le dieron la bienvenida al recién llegado.
Asimismo, trataron el escándalo de la novela turca que protagonizan Wanda Nara, Mauro Icardi, la China Suárez y Benjamín Vicuña, en otro segmento llamado el momento LAM, en el cual todos los días se refieren a un escándalo mediático. No lo hicieron solos, ya que a la charla se sumó la visita sorpresa de Marcelo Polino, quien repasó el “árbol genealógico” de toda la historia. “Toda esta gente está enamorada de la cámara”, sentenció el periodista. Efemérides hechas con IA, la sección “No comments” en la que repasaron noticias ridículas y “Las leyes de Laila”, en la que la humorista bromeó sobre las relaciones en tiempos de redes sociales fueron algunos de los segmentos más destacados. El reportaje central fue a Guillermo Francella en el que el actor habló de todo e invirtió roles con Pergolini para entrevistarlo, fue uno de los mejores momentos de la noche. El regreso de Pergolini promedió 5,7 puntos de rating y quedó segundo en la franja.
El martes hizo varias modificaciones con respecto a su primera emisión. El monólogo de apertura fue mucho más corto, los segmentos realizados con inteligencia artificial fueron menos y tuvo más espacio la entrevista con Cazzu. El conductor, rápido de reflejos, le pidió a la cantante que le enseñara a perrear, algo que nunca había hecho en su vida. El resultado no fue el esperado y ante la pregunta de su “profesora” sobre qué pensarán los hijos, el ex CQC, fiel a su estilo respondió: ”Mis hijos ya se están cambiando el apellido“. En la segunda emisión el promedio que obtuvo fue de 5,2 puntos, si bien bajó cinco décimas, pero se mantuvo segundo en la franja.
Furriel y los animales
El miércoles con Joaquín Furriel en el piso, el ciclo cosechó la marca más baja de la semana con 4,5 puntos. El actor pasó de confesar cuál fue el peor momento de su vida a develar su talento oculto: imitar a varios animales. Y así fue que se mostró como un jabalí, una tortuga y contó que lo usó antes de trabajar en televisión para conquistar mujeres. Ese mismo día, trascendió la noticia de que Cris Morena se había bajado de la invitación que tenía para el jueves porque “no fue la primera mujer entrevistada en el programa”, según afirmó Yanina Latorre en su programa de América.
Finalmente, Agustina Kampfer se hizo presente con un insólito desafío. Todo comenzó cuando el conductor quiso saber la razón por la que la periodista guardó la placenta, tras el nacimiento de su hijo. “El tema es así: cuando sacan la placenta, le pedís al equipo médico que la guarde. Esto lo hacés previamente cuando decidís dónde va a ser el parto. Las cápsulas hacen muy bien para episodios de ansiedad, de angustia. Yo la usé más para cuestiones emocionales que físicas”, explicó. Entonces le propuso a Mario adivinar en qué mano estaba la píldora: “Si vos adivinás, tenés que elegir una mano, el famoso en qué mano está, y si te toca la pastilla verde, a lo Matrix, la tendrás que consumir”. Y así fue como la terminó ingiriendo, previo a haber probado agua de mar, otra de las costumbres de su invitada. Sorpresivamente, este ida y vuelta le dio un pico de 6,2 puntos a las 23.30 y un promedio consolidado de 5 puntos.
En el último día de la semana, en su monólogo Pergolini ironizó sobre la duración del programa: “Llegamos al viernes y no nos echaron. Si cumplimos dos semanas superamos al que tuvo la peor performance del año”, en clara alusión al programa de Homero Pettinato que fue recientemente levantado. Después de un repaso sobre el Wandagate, con la mirada ácida de Mario, la sección “No comments” con videos virales y las efemérides, producidas con IA, recordando el atentado a la AMIA, llegaron Malena Pichot y Pilar Gamboa, protagonistas de la serie Viudas negras, de TNT y Flow. Después, Luciano Zárate, campeón argentino de idioma mandarín que viajará al Mundial de China, sorprendió a todos por su buen manejo de la lengua que aprendió en un año. Lookeado con un atuendo tradicional de ese país contó su experiencia, contenido totalmente inesperado para un programa de televisión abierta. La quinta emisión cosechó 5,2 puntos y quedó segunda en la franja, detrás de Pasapalabra, que obtuvo 8.7, en la primera parte, y 8.4 en la segunda y el estreno de la serie AMIA que promedió 7,5.
Otro día perdido obtuvo un promedio semanal de 5,1 puntos. La medición está en concordancia con las cifras de rating que obtiene el trece y de hecho subieron los números con respecto a lo que medía The Balls, en ese mismo horario. Eltrece pretende que se instale entre los 6 y 7 puntos, aunque a esta altura del partido la medición de Kantar Ibope sea poco representativa para los tiempos que corren. Como dato, el estreno ya obtuvo casi 400 mil visualizaciones en Youtube, índice que hoy no se computa en ninguna parte. La vuelta de Mario Pergolini es algo auspicioso para la pantalla chica y el programa le aporta aire fresco, con invitados o tópicos poco frecuentes, a una televisión monocorde, que repite temas hasta el cansancio por un punto más de rating. No es poco.