
A pocas semanas de finalizar el 2025, el sol peruano se mantiene como la moneda más fuerte y estable de Sudamérica frente al dólar estadounidense. Según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), este desempeño responde al control de la inflación, la estabilidad macroeconómica y el superávit comercial, factores que han reforzado la confianza de los inversionistas.
El BCRP también atribuyó el valor del sol peruano a la autonomía del banco central, amplias reservas internacionales —equivalentes al 28% del PBI— y un superávit comercial impulsado por los altos precios de los minerales. Estos factores han permitido que la moneda peruana se mantenga firme pese a la incertidumbre global y las políticas arancelarias.
A diferencia de las monedas de Brasil, México, Colombia o Chile, que en la última década acumulan depreciaciones frente al dólar de entre 70% y más de 200%. El sol peruano es la divisa que menos de ha depreciado frente a la moneda de Estados Unidos.

¿Cuánto vale S/1 en cada país de Sudamérica?
El sol peruano continúa destacando frente a las monedas de la región; sin embargo, su equivalencia varía según el contexto político y económico de cada país. Un ejemplo reciente es Bolivia, donde la victoria electoral del candidato de derecha Rodrigo Paz y su asunción como presidente generaron ligeros ajustes positivos en una economía que atraviesa una profunda crisis. Estos movimientos internos han influido en la cotización del boliviano frente a otras divisas, incluido el sol.
Según la cotización referencial de Google, un sol equivale hoy a 2.06 bolivianos. No obstante, en Desaguadero —frontera comercial clave entre ambos países— la relación cambiaria alcanza los 3.05 bolivianos por un sol, por debajo de las semanas anteriores, cuando se pagaban 3.58. Aunque el sol mantiene un valor superior, el reciente repunte del boliviano refleja la sensibilidad de su moneda frente a cambios políticos y a la dinámica económica local.

En el caso de Colombia también se observa una ligera variación: actualmente un sol peruano equivale a 1,106.86 pesos colombianos, frente a los 1,169.30 pesos que valía en 2024. Esta diferencia refleja una apreciación del peso colombiano frente al sol.

Un país cuya depreciación no se aleja demasiado de la del sol peruano es Brasil. Actualmente, el real brasileño equivale a 1.58 por cada sol, una ligera disminución respecto a 2024, cuando la equivalencia era de 1.60 reales, según el conversor de Google.

En el caso de Chile, la variación también es evidente. Actualmente, un sol peruano equivale a 276.01 pesos chilenos, frente a los 260.41 pesos que valía en 2024. Esta diferencia refleja una depreciación de la moneda chilena frente al sol.

Aunque Argentina muestra una recuperación económica considerable durante la gestión de Javier Milei, la brecha entre su moneda y la de Perú sigue siendo amplia. Actualmente, un sol equivale a 418.80 pesos argentinos, una cifra que evidencia una fuerte depreciación frente al valor registrado en 2024, cuando la cotización era de 270,20 pesos por sol.

Por su parte, Paraguay —cuya moneda nacional es el guaraní— también muestra una depreciación frente al sol. Actualmente, un sol peruano equivale a 2,089.82 guaraníes, según el conversor de Google, mientras que en 2024 la cotización era de 2,081.59 guaraníes por sol. Esta variación refleja una leve pérdida de valor del guaraní frente a la moneda peruana.

En el caso de Uruguay, el peso uruguayo registra una ligera depreciación frente al sol peruano: actualmente un sol equivale a 11.80 pesos, frente a los 11.40 de 2024. Pese a esta variación, el peso uruguayo se mantiene entre las monedas más estables de la región.

En el caso de Ecuador, su economía está dolarizada desde hace varios años, por lo que el valor de su moneda frente al sol peruano es equivalente al del dólar estadounidense.

¿Por qué el dólar continúa a la baja?
La caída del dólar responde principalmente a factores externos vinculados a la política monetaria de Estados Unidos. Las expectativas de nuevos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal —respaldadas por señales de menor inflación y enfriamiento del empleo— han reducido la fortaleza internacional del dólar. En este contexto, el índice del dólar registró una disminución superior al 10% durante la primera mitad de 2025, mientras los inversionistas globales ajustaron sus portafolios ante un escenario de menores rendimientos en activos denominados en esa moneda.
A la par, se observa una menor demanda global de divisas estadounidenses debido a una creciente diversificación hacia otras monedas y activos. El fenómeno de “desdolarización”, impulsado por bancos centrales y grandes fondos, ha sostenido esta tendencia, reduciendo gradualmente la preferencia por el dólar. Este movimiento se suma a decisiones monetarias más agresivas en otras economías, que han generado mayores expectativas de rendimiento fuera de Estados Unidos, creando un entorno que favorece la apreciación de monedas emergentes como el sol peruano.
