
En abril de 2011, Jeffrey Epstein, conocido por múltiples cargos de delitos sexuales, escribió en un correo electrónico que el entonces empresario y actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “pasó horas” en su casa con una joven identificada como víctima de tráfico sexual. Esta revelación surge de una cadena de mensajes privados publicados por el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, según informó Europa Press. Los correos muestran la correspondencia de Epstein con su expareja Ghislaine Maxwell —condenada a 20 años de prisión por su papel en el entramado de abuso sexual de menores— y con el columnista y escritor Michael Wolff.
De acuerdo con Europa Press, los mensajes divulgados abarcan diferentes momentos, incluyendo un intercambio de abril de 2011 en el que Epstein menciona de manera directa a Trump: “Quiero que te des cuenta de que el perro que no ha ladrado es Trump. (La víctima) pasó horas en mi casa con él, no lo ha mencionado ni una sola vez (…)”. Maxwell respondió entonces con un lacónico “He estado pensando en eso…”. Años después, en diciembre de 2015, el periodista Michael Wolff advirtió por correo a Epstein de que CNN planeaba preguntar esa noche a Trump sobre su relación con Epstein. Epstein sugirió que podrían redactar una respuesta para él, a lo que Wolff replicó que sería más conveniente dejar que Trump enfrentara solo la situación: “Si dice que no estuvo ni en el avión ni en la casa, eso te dará una valiosa ventaja en relaciones públicas y política. Puedes perjudicarlo de una manera que potencialmente te beneficie, o, si realmente parece que podría ganar, podrías salvarlo, generando una deuda. Claro que es posible que, cuando le pregunten, diga que Jeffrey es un buen tipo, que lo han tratado injustamente y que es víctima de la corrección política, la cual será ilegal en un régimen de Trump”, escribió.
Europa Press detalló que otro de los mensajes recientes destacados fue enviado en enero de 2019. Epstein comunicó a Wolff que “Trump dijo que me pidió que renunciara, nunca más un miembro. Por supuesto, él sabía lo de las chicas porque pidió a Ghislaine que parara”. Este correo refuerza la narración de la relación previa entre Trump y Epstein y amplía el nivel de conocimiento que el presidente podría haber tenido sobre actividades sospechosas, según los datos que publicó Europa Press.
Ante la difusión de estos correos, la Casa Blanca respondió rápidamente. Karoline Leavitt, portavoz de la presidencia estadounidense, afirmó que “los demócratas han filtrado selectivamente los correos a los medios liberales para crear una narrativa falsa para difamar al presidente”. Leavitt también destacó que las historias surgidas a partir de estos documentos representan, según su visión, intentos deliberados de “desviar la atención de los logros” del mandatario, consignó Europa Press.
La vocera precisó que “la víctima anónima” citada en los correos hace referencia a Virginia Giuffre, figura central en las denuncias por tráfico sexual asociadas con Epstein. Según la portavoz y como reportó Europa Press, Giuffre declaró en repetidas ocasiones que Trump “no estuvo involucrado en ninguna irregularidad” y que su trato con ella durante las pocas veces que coincidieron fue adecuado. Además, añadió que Trump expulsó a Jeffrey Epstein de su club hace muchos años por supuestamente acosar a empleadas, incluida la misma Giuffre.
El caso Epstein ha salpicado a numerosas personalidades. El millonario estadounidense fue arrestado en julio de 2019 tras ser acusado de abuso sexual y tráfico de decenas de menores, principalmente a comienzos de la década de 2000. Durante ese período, Epstein mantuvo conexiones sociales con figuras como el príncipe Andrés del Reino Unido, Bill Clinton, y Donald Trump, según recuerda Europa Press. Epstein fue hallado muerto en su celda, ahorcado, poco después de su arresto, lo que generó controversias y especulaciones sobre las circunstancias que rodearon su fallecimiento.
La repercusión de la publicación de los correos se inscribe en un clima político tensionado, ya que los documentos han generado debates tanto en el Congreso como en la opinión pública estadounidense. El Comité de Supervisión y Reforma, bajo control demócrata, sostiene que la divulgación busca arrojar luz sobre vínculos históricos y posibles encubrimientos de figuras prominentes del poder estadounidense. Las comunicaciones reveladas muestran diferentes estrategias de manejo mediático sugeridas entre Epstein y sus interlocutores frente a posibles investigaciones o indagaciones periodísticas vinculadas a Trump.
Entre los mensajes figura la conversación sobre cómo responder a la prensa para proteger intereses personales o influenciar la percepción pública. En particular, la instrucción de Epstein a Wolff de ayudar a redactar una respuesta para Trump y la sugerencia del columnista de que una negación tajante podría beneficiar eventualmente a Epstein, plantean preguntas sobre el uso de la información confidencial en disputas políticas y mediáticas, según la cadena de comunicaciones consignadas por Europa Press.
Este episodio añade un elemento nuevo al debate público sobre el alcance del entorno de Epstein y sus implicaciones potenciales en la política nacional estadounidense. El propio contenido de los correos, su temporalidad y el contexto de las respuestas de los involucrados han provocado diversas interpretaciones, todas detalladas entre las reacciones reflejadas por los medios y la Casa Blanca, de acuerdo al reporte publicado por Europa Press.
