
La modificación normativa que reduce a dieciocho meses la vigencia máxima de los permisos de trabajo para migrantes en Estados Unidos se aplicará automáticamente a quienes ya hayan iniciado su solicitud y aún no hayan recibido el documento, según reportó Europa Press. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) notificó que esta medida abarcará tanto a quienes tramiten la autorización después del 5 de diciembre como a quienes esperan la resolución de solicitudes bajo la reglamentación previa. Esta disposición altera de manera inmediata las obligaciones y los tiempos de acceso al mercado laboral para grupos que hasta ahora podían esperar hasta cinco años de validez en estos permisos.
De acuerdo con la información publicada por Europa Press, la reducción del periodo máximo de validez de los documentos de autorización de empleo, conocidos como EAD, abarca a solicitantes de asilo, refugiados, beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS), personas bajo suspensión de expulsión, extranjeros en libertad condicional y cónyuges de empresarios extranjeros con visa de residencia. El USCIS precisó que, junto con el plazo reducido, regirá la obligación de someterse a verificaciones periódicas tanto de antecedentes como de situación migratoria, un requisito que responde, según la agencia, a la necesidad de reforzar controles y responder de modo más rápido ante potenciales riesgos.
Antes de la entrada en vigor de este nuevo criterio, los titulares de permisos podían mantener su empleo legalmente durante cinco años y, en ese periodo, no se efectuaba supervisión intermedia salvo situaciones excepcionales. Ahora, el cambio implica que los beneficiarios de permisos laborales y quienes cuentan con medidas de protección temporal deberán preparar la documentación y gestionar la renovación de su derecho a trabajar con mayor frecuencia, señaló Europa Press. El USCIS advirtió que la validez del EAD no necesariamente coincide con la del permiso migratorio que fundamenta la autorización laboral; en muchos casos, los trabajadores extranjeros se verán forzados a revalidar su derecho al trabajo antes de que se resuelva su estatus migratorio definitivo.
El director del USCIS, Joseph Edlow, declaró, según consignó Europa Press: “Garantizará que quienes deseen trabajar en Estados Unidos no supongan una amenaza para la seguridad pública ni promuevan ideologías antiamericanas perjudiciales”. La agencia federal justificó el acortamiento de los permisos señalando la importancia de realizar verificaciones periódicas que faciliten la detección ágil de amenazas y la prevención de actividades consideradas dañinas para la sociedad. El origen de este endurecimiento radica en una agresión letal cometida en Washington, atribuida a un ciudadano afgano bajo protección migratoria. Autoridades federales recalcaron, según Europa Press, que el ajuste pretende evitar que quienes representen una amenaza permanezcan amparados bajo el sistema migratorio y laboral estadounidense.
El USCIS explicó que la vigencia del EAD tendrá como límite los dieciocho meses o el periodo de validez autorizado por el permiso migratorio de base, si este resulta más corto. La medida obligará a quienes se encuentren bajo protección especial, TPS o libertad condicional a ejercer su empleo solo durante ese lapso máximo, y si el estatus migratorio expira antes, el periodo de trabajo terminará en esa fecha. Esto impondrá exigencias administrativas adicionales tanto para los solicitantes, que deberán anticipar procesos de renovación y asumir mayores costos y tiempos de espera, como para las oficinas encargadas del procesamiento, las cuales verán incrementado el volumen de trámites.
Europa Press puntualizó que este recorte es especialmente relevante para quienes solicitan asilo, intentan frenar su expulsión o recurren a protecciones como el TPS, ya que dependían anteriormente de autorizaciones laborales más prolongadas mientras aguardaban decisiones sobre sus casos. El cambio obliga a reorganizar anticipaciones y previsiones, ya que la renovación se hará más frecuente y su éxito no implica una extensión automática del estatus migratorio subyacente.
El trasfondo regulatorio, según detalló Europa Press, guarda relación con una revisión integral de los mecanismos de control y regularización del acceso de extranjeros al mercado laboral estadounidense. Las autoridades federales destacaron que una supervisión más frecuente ayuda a mantener actualizado el monitoreo y reduce la posibilidad de que situaciones de riesgo no detectadas se prolonguen bajo el sistema. La reforma intenta también adecuar los procedimientos a las distintas condiciones migratorias y circunstancias específicas que afectan a los diferentes grupos de migrantes.
Los nuevos lineamientos implican que los beneficiarios deberán entender cada vez con mayor claridad la diferencia entre la autorización para trabajar y el permiso de residencia temporal o protección migratoria que poseen. El USCIS especificó que la fecha de presentación de las solicitudes y el estado del trámite influirán en la aplicación de los diferentes criterios de renovación. Europa Press resaltó que el nuevo entorno generará desafíos administrativos y económicos para los migrantes y sus familias, que afrontarán la carga de trámites más frecuentes y la presión de mantener actualizada su documentación laboral y migratoria.
El contexto amplio del ajuste normativo refleja la vigencia del debate sobre el equilibrio entre seguridad nacional y derechos de los migrantes en el país. El gobierno fue explícito en que la decisión se enmarca en una política de prevención tras los incidentes violentos recientes que involucraron a personas bajo protección temporal. El USCIS recalcó en sus comunicaciones que la reducción del plazo máximo de validez para los permisos de trabajo corresponde tanto al refuerzo de mecanismos de seguimiento y control como a una respuesta a situaciones recientes que pusieron en cuestionamiento la efectividad de los controles previos.
La transición a permisos de trabajo con máxima vigencia de dieciocho meses afecta de modo inmediato a nuevos solicitantes y a quienes esperan la resolución de autorizaciones bajo normativas anteriores. Todos los involucrados deberán ajustar sus expectativas, gestionar trámites adicionales y enfrentar posibles retrasos como resultado del aumento de renovaciones. Según Europa Press, la decisión implica un cambio estructural relevante en la gestión laboral y migratoria para los extranjeros admitidos a trabajar legalmente en Estados Unidos bajo medidas de protección y alivio temporal.
