Las pequeñas y medianas empresas (pymes) representan el grueso de unidades productivas en el Perú, según el Ministerio de la Producción. Estas empresas generan empleo, dinamizan la economía y sostienen el consumo interno. Sin embargo, operan en un entorno vulnerable que requiere atención permanente.
De acuerdo con Produce, el 55% de las empresas en crecimiento utiliza créditos bancarios formales para financiar sus operaciones. Esta cifra revela que una parte importante del ecosistema pyme depende de su estabilidad financiera para mantener sus compromisos crediticios, lo que vuelve crucial evitar cualquier tipo de incidente que afecte sus flujos de caja.
“Las pymes son el motor económico del país, pero a menudo subestiman la importancia de invertir en seguridad integral. Un incidente puede traducirse no solo en pérdidas materiales, sino también en problemas legales o en la paralización total de sus operaciones”, señaló José Díaz, gerente de Producto-Seguridad y Vigilancia del Grupo EULEN Perú, a la Agencia Andina.
Los expertos coinciden en que la prevención juega un rol central en la continuidad del negocio. La seguridad no solo abarca los aspectos físicos, sino también los digitales y operativos. Ante cualquier incidente, la capacidad de respuesta inmediata puede significar la diferencia entre continuar o cerrar.
El reto para muchas pymes consiste en identificar a tiempo los riesgos, evaluar su impacto potencial y tomar medidas concretas para mitigarlos. A continuación, se detallan los cinco principales riesgos que toda pyme debe vigilar.
Cinco riesgos que amenazan a las pymes
- Robos internos y externos sin detección oportuna: La falta de videovigilancia impide detectar hurtos cometidos por personal o por personas externas. Sin cámaras de seguridad o sistemas de monitoreo continuo, los robos pueden pasar inadvertidos por semanas. Supervisar en tiempo real y revisar las grabaciones permite actuar con rapidez y documentar las incidencias.
- Falta de controles de acceso con soporte tecnológico: Muchas pymes permiten el ingreso libre a sus instalaciones. Esta práctica debilita su seguridad. Incorporar controles por tarjeta, huella o reconocimiento facial permite restringir el paso a áreas críticas y mantener un registro de movimientos. Así se evita el ingreso no autorizado y se fortalecen los procesos internos.
- Ausencia de sensores y alarmas contra incendios o intrusiones: Los sensores de humo, alarmas perimetrales y botones de pánico deben formar parte del equipamiento mínimo de cualquier negocio. Su ausencia incrementa el riesgo de sufrir pérdidas mayores frente a siniestros o intentos de robo. Activar alertas a tiempo reduce daños y permite actuar antes de que se agrave la situación.
- Amenazas digitales que comprometen sistemas físicos: Los ataques cibernéticos pueden desactivar sistemas de seguridad o alterar los controles de acceso automatizados. Las pymes que usan cámaras conectadas a internet o software de vigilancia deben proteger sus redes con firewalls y respaldos. La integración entre seguridad física y ciberseguridad es vital para evitar vulnerabilidades.
- Sin planes de contingencia para la gestión de emergencias: Ante fallas eléctricas, incendios o desastres naturales, las pymes necesitan protocolos claros de evacuación, comunicación y recuperación. Los sistemas de alerta por app o mensajería ayudan a coordinar acciones y a proteger tanto a los trabajadores como a los activos del negocio.
Falta de seguros patrimoniales expone a las pymes
En Perú existen más de 3 millones de pymes, pero solo el 5% cuenta con un seguro patrimonial que cubra sus bienes ante incidentes graves. Esta baja cobertura deja a la mayoría de las empresas expuestas a pérdidas que podrían evitarse con una póliza básica.
El Cuerpo General de Bomberos del Perú registró casi 7.000 incendios entre enero y julio del año pasado. Algunos casos alcanzaron cifras alarmantes, como un taller en Ate que perdió más de S/3 millones, y un mercado en Piura donde los daños superaron los S/200.000.
“Al postergar la decisión de asegurarse, corren el riesgo de enfrentar eventos no deseados que pueden llevar a la quiebra de la empresa que han levantado con tanto sacrificio”, señaló Domingo Cafferata, gerente comercial de Seguros Patrimoniales en AVLA.
La protección patrimonial no solo respalda ante incendios o robos. También facilita la recuperación tras un evento adverso, reduce los tiempos de inactividad y mejora la relación con entidades financieras. Para las pymes, contar con un seguro es una herramienta de continuidad, no un gasto extra.
El contexto nacional exige a los empresarios priorizar la seguridad en todos los frentes. La inversión en prevención y protección no solo evita pérdidas: también fortalece la sostenibilidad del negocio a largo plazo.