
La difusión de un audio interno, en el que Pablo Gallart, consejero delegado de la concesionaria Ribera Salud, instruye a rechazar pacientes o servicios sanitarios que no aporten rentabilidad al Hospital de Torrejón de Ardoz, ha impulsado que eurodiputados socialistas presenten una solicitud en el Parlamento Europeo para que la Comisión Europea examine si estas actuaciones incumplen la normativa comunitaria sobre el acceso universal y no discriminación en el ámbito sanitario. De acuerdo con la información proporcionada por Europa Press, la preocupación principal se centra en la posible instauración de criterios económicos por encima de la atención médica, una situación que ha puesto bajo la lupa la gestión privada del hospital y la supervisión pública ejercida desde la Comunidad de Madrid.
Europa Press informó que la denuncia presentada ante la Fiscalía de Madrid está sustentada en grabaciones que revelan presuntas instrucciones dirigidas a reducir la atención sanitaria, incrementar las listas de espera y condicionar las decisiones clínicas a intereses mercantiles. El documento entregado a la justicia indica que un directivo de Ribera Salud habría exigido la exclusión de ciertos pacientes y procedimientos considerados “no rentables”, lo que ha generado inquietud acerca de la legalidad y la ética con las que se administra el centro hospitalario, cuya gestión corre a cargo de la firma por concesión.
La controversia adquirió relevancia política cuando representantes socialistas en las instituciones europeas calificaron públicamente el comportamiento detectado en el Hospital de Torrejón como “vergonzoso” y trasladaron su exigencia a la Comisión Europea para que tome una postura firme ante lo ocurrido, según reportó Europa Press. A través de la red social X, los eurodiputados subrayaron que la discriminación de pacientes en función de su rentabilidad debe recibir una respuesta por parte de los órganos comunitarios y solicitaron que se impongan controles más rigurosos sobre la gestión de hospitales concertados.
El caso ha reavivado el debate sobre los riesgos de los modelos de gestión privada en servicios públicos, en particular la capacidad de los mecanismos de fiscalización estatales para garantizar el respeto a los derechos de los usuarios. Europa Press detalló que la denuncia no solo apunta a los gestores privados, sino que también cuestiona el papel de la Comunidad de Madrid como responsable de vigilar el cumplimiento de las condiciones pactadas en el contrato de concesión.
Según explicó la Consejería de Sanidad madrileña en una comunicación oficial recogida por Europa Press, no se ha identificado hasta el momento infracción alguna por parte de la empresa concesionaria en lo relativo a sus obligaciones. No obstante, la administración autonómica remarcó que podría adoptar nuevas medidas o reforzar los controles para asegurar que todos los servicios contratados se presten en conformidad con la legislación y los principios del sistema sanitario.
La petición socialista ante las autoridades europeas busca dilucidar si las prácticas detectadas vulneran reglamentos comunitarios vinculados a la equidad, la universalidad y la no discriminación en el acceso a la sanidad, aspectos fundamentales recogidos en los tratados y directivas de la Unión Europea. Europa Press consignó que la denuncia judicial aspira a determinar si existen responsabilidades penales, bien por las decisiones adoptadas por la concesionaria, bien por una posible omisión de control desde la administración pública competente.
La evolución de la investigación determinará la respuesta de la Fiscalía de Madrid, mientras la intervención de la Comisión Europea podría incidir en el diseño futuro de la colaboración público-privada dentro del sistema de salud en la Unión Europea. Según Europa Press, este caso sitúa nuevamente en el centro del debate público los límites y exigencias de la gestión privada de servicios esenciales, la tutela de los derechos fundamentales de los pacientes y la necesidad de reforzar la transparencia y el escrutinio en el ámbito sanitario. Los representantes socialistas en el Parlamento Europeo insisten en la trascendencia del caso, aduciendo que sus resoluciones sentarán antecedentes para otros hospitales gestionados bajo fórmulas similares en el territorio comunitario.
