
La circulación de mensajes sobre un supuesto cobro de impuestos a los depósitos en efectivo en México ha generado dudas entre usuarios de servicios bancarios. El Servicio de Administración Tributaria (SAT) confirmó que actualmente no existe ningún gravamen por realizar depósitos en efectivo, sin importar si la cantidad es de 500, 10 mil o 20 mil pesos.
La referencia recurrente a un impuesto para quienes reciben más de 15 mil pesos mensuales en efectivo proviene de normativas ya derogadas.
¿Por qué se reportan depósitos al SAT?
Voceros del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), explicaron que las operaciones bancarias habituales, incluidas transferencias entre cuentas y depósitos en efectivo, en general no ocasionan una obligación tributaria directa. Hubo una ley vigente de 2008 a 2013 que sí aplicaba un impuesto del 3 por ciento a depósitos en efectivo superiores a 15 mil pesos mensuales, pero esta disposición fue eliminada el 31 de diciembre de 2013. Desde entonces, la normativa ya no aplica y ningún depósito genera retenciones automáticas.
En la actualidad, el único requerimiento es que las instituciones bancarias deben reportar a la autoridad fiscal cuando un cliente recibe depósitos en efectivo que en conjunto superan los 15 pesos dentro de un mes. Este aviso solo tiene fines informativos y responde a controles de prevención de posibles delitos financieros. La directora general de Orientación y Asesoría al Contribuyente de la Prodecon, Gloria Franco Vargas, detalló que el SAT no realiza un monitoreo extensivo individual, salvo en casos especiales como auditorías o revisiones por devoluciones.
¿Existe riesgo de revisión fiscal?
El reporte citado no implica que se genere automáticamente un cobro de impuestos. Sí es posible recibir un aviso del SAT solicitando comprobar el origen de los recursos, particularmente cuando no es clara la procedencia del efectivo. Expertos en materia fiscal, sugieren que los usuarios describan sus transferencias con conceptos concretos y verificables, como “pago a proveedor”, “donación” o “gastos”.
El SAT puede solicitar documentos que acrediten el origen del dinero, tales como comprobantes de ingreso, contratos o facturas; la recomendación de los especialistas es conservar estos papeles a la mano. La titular de la Prodecon añadió que cuando se realizan declaraciones y se cumplen las obligaciones, los usuarios suelen obtener saldos a favor.
La recomendación principal es mantener la transparencia en las operaciones bancarias y evitar conceptos ambiguos o informales. El usuario puede aclarar cualquier duda tanto ante el SAT como ante la Prodecon a través de sus canales oficiales.
