
El avance de la inteligencia artificial ha generado un impacto significativo en el mercado bursátil tecnológico, destacando especialmente a empresas dedicadas al almacenamiento de datos como Western Digital y Seagate.
La rápida expansión de infraestructuras para IA está detrás de la fuerte demanda actual de discos duros, fenómeno que ha colocado las acciones de ambas compañías entre las de mayor crecimiento en el índice S&P 500 del año.
Tanto Seagate como Western Digital han visto cómo el valor de sus acciones se dispara, en paralelo con el auge en inversiones vinculadas a centros de datos y tecnologías asociadas a la IA. Las acciones de estas dos firmas han logrado aumentos superiores al 200% en lo que va de año, impulsadas por el renovado interés de grandes compañías tecnológicas en reforzar sus capacidades de almacenamiento.
El 31 de octubre, Western Digital llamó la atención de los inversionistas al publicar una previsión de ganancias para el segundo trimestre por encima de las expectativas de los analistas. Esta noticia provocó un repunte del 11% en su cotización.
Desde J.P.Morgan, su equipo de análisis recalcó la relevancia de los contratos de compra firmados hasta 2026 entre Western Digital y sus cinco clientes principales. En opinión del banco, esto “es una clara señal de que los clientes no quieren arriesgarse a quedarse cortos de capacidad de almacenamiento, ya que la demanda relacionada con la IA continúa avanzando”.
En la misma línea, unos días antes, Seagate Technology había divulgado proyecciones de ventas y beneficios que superaban las previsiones del consenso para el segundo trimestre. Tras ese anuncio, sus títulos experimentaron un avance superior al 22%, y crecieron un 1,1% adicional el viernes.

El dinamismo se extiende también a actores de menor tamaño como Sandisk, que tras independizarse de Western Digital en febrero y salir a bolsa, ha multiplicado por cinco el valor de sus acciones. El viernes, Sandisk subía un 3,6%, a la espera de la presentación oficial de resultados fechada el 6 de noviembre.
El repunte no solo alcanza a las empresas individualmente, sino que también se refleja en el índice sectorial S&P 1500 de dispositivos, almacenamiento y periféricos tecnológicos, donde se agrupan las tres compañías. Ese indicador ha crecido más de 12% durante el año y alcanzó un máximo histórico en la última sesión semanal.
“Si hace 12 o 24 meses le hubieras preguntado a alguien por la IA, no habría mencionado los discos duros… Es emocionante”, dijo Martin Frandsen, gestor de cartera en Principal Asset Management, en declaraciones recogidas por Reuters.
Una tendencia global
El contexto global suma factores adicionales. Gigantes como Alphabet, Microsoft, Meta y Amazon han confirmado incrementos significativos en sus presupuestos de capital anual, con el objetivo de potenciar adquisiciones de chips y ampliaciones de centros de datos.
La demanda es tal que incluso se han lanzado propuestas para construir centros de datos en el espacio para aprovechar toda la energía solar disponible y la refrigeración del propio vacío espacial, lo que en la Tierra requiere ingentes cantidades de agua.
Según cálculos de Goldman Sachs, la inversión mundial en infraestructura para inteligencia artificial podría alcanzar entre 3 y 4 billones de dólares antes de 2030.
