A la medianoche de este sábado se cerrará el plazo para la inscripción de los candidatos bonaerenses que participarán de los comicios del 7 de septiembre próximo, cuando se elegirán legisladores provinciales, concejales municipales y consejeros escolares. Este paso formal ante la Junta Electoral, precedido de tensas negociaciones partidarias, servirá de campanazo de largada para una campaña que se anticipa caliente, al menos en lo relativo al despliegue de recursos y dinero en el territorio más poblado del país.
La Libertad Avanza, que competirá aliada con un sector mayoritario de Pro, apelará a recetas de la vieja política para darle batalla al peronismo en su bastión. A pesar de jactarse de no tener nada que ver con “la casta”, como predica el presidente Javier Milei, la alianza mileísta-macrista tiene ya un acuerdo avanzado con un ejército de fiscales, punteros, barrabravas y hasta pastores evangélicos, según averiguó LA NACION a partir de diferentes fuentes confiables del espacio.
“No utilicen los recursos del Estado para la campaña, no hagan como los kukas”, bajó la orden a los directores de la Anses la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Sin embargo, y a pesar de su advertencia, el organismo desplegó más de 50 unidades móviles en diferentes puntos del conurbano bonaerense. Los lugares elegidos para montar las oficinas rodantes, cuya misión es simplificar trámites y documentación relacionados con la seguridad social, fueron estratégicos: clubes de barrio, hospitales, plazas y templos evangélicos. En ocasiones, los militantes visten pecheras y están identificados con la cartelería violeta de La Libertad Avanza. Un armado similar al que en su momento trazó el kirchnerista Juan Manuel Tignanelli cuando era el hombre fuerte de la entidad.
“Con el control del PAMI y la Anses matan a dos pájaros de un tiro: logran hacer caja y cuentan con un mega aparato electoral. A esto lo aprendieron de La Cámpora”, dijo un exfuncionario de la Anses en los tiempos del cordobés Osvaldo Giordano, de paso fugaz por el organismo hasta que Milei lo acusó de “traidor” por el fracaso de la ley ómnibus en el Congreso. La Anses está bajo la órbita de Pettovello, mientras que el PAMI depende de la cartera de Salud, encabezada por Mario Lugones. Directores y segundas líneas de esos organismos son números fijos para ser candidatos a legislador o concejal. Es casi un hecho que eso sucederá en al menos estos distritos: Avellaneda, San Fernando, La Plata, San Pedro, San Vicente, Saladillo y Chivilcoy. Los nombres de la nueva “casta libertaria” se oficializarán esta medianoche.
La estrategia electoral de La Libertad Avanza en la provincia está a cargo de Sebastián Miguel Pareja, un exmenemista al que le dieron el manejo de la subsecretaría de Integración Socio Urbana de la Secretaría de Desarrollo Territorial para captar adhesiones, sobre todo, en el conurbano. Fue Pareja el que se desmarcó de la orden de Pettovello para desplegar el aparato estatal al servicio de la campaña. Con el aval de Karina Milei y de los Menem, Pareja dispuso que los referentes de PAMI y de la Anses en las ocho secciones electorales jueguen fuerte para la elección. Que pongan el cuerpo, pero también los recursos. Entre la Anses y PAMI, absorben más del 50% del presupuesto del Estado nacional, según fuentes oficiales.
Uno de los acuerdos más novedosos para este nuevo desafío de los libertarios es su alianza con un sector de la iglesia evangélica. Según la última medición que lideró el sociólogo Fortunato Malimacci, los evangélicos pasaron de ser el 8% de la población argentina en 2008 a más del 15,5% en 2019. Esto equivale a unos siete millones de personas. Tal vez en esta estadística se apoyó el interés de Milei por viajar recientemente a Chaco para dar un discurso de tono electoral en la inauguración del templo del pastor “milagroso” Jorge Ledesma, quien afirma que financió la mega obra porque “sus pesos se convirtieron en dólares”. La Justicia Federal activó hace algunas semanas una investigación preliminar para poner la lupa en el financiamiento, pero su resultado es aún incierto.
Los evangélicos del conurbano hablan también de “milagros”, pero no de dólares. Al menos por ahora. Graciela Chamula fue directora de culto del municipio de Lanús durante las gestiones de Néstor Grindetti y Diego Kravetz, ambos hoy alineados con Milei. Desde allí, Chamula tendió puentes con más de 250 pastores de la zona y se extendió hacia otros municipios. Hoy reporta a la tropa de Pareja, como lo refleja en sus redes sociales. “Los evangélicos nos ayudan a tener cercanía con la gente y repartir boletas sin necesidad de recurrir al puntero. Además, están en lugares inhóspitos. Te convocan gente que te escucha gratis, sin la necesidad de gastar guita en un acto”, dijo un funcionario libertario que conoce el distrito.
A través de Pareja también se sellaron acuerdos con barras y punteros que trabajaron en otras campañas para el peronismo, el massismo o lo que fue Cambiemos. Muchos de esos personajes se reencontraron en “La San Martín”, una agrupación libertaria que se jacta de reivindicar la política tradicional. “Es un brazo político de La Libertad Avanza como lo es La Cámpora del kirchnerismo. Se encarga de los bombos, de las pintadas, de recorrer los barrios”, dijo un dirigente libertario que forma parte de ese armado.
Uno de los impulsores de “La San Martín” es Fabricio Martínez, exjefe de la barra brava de Deportivo Laferrere devenido ahora en el articulador libertario en la populosa tercera sección electoral, que abarca 19 municipios, entre ellos La Matanza y Lomas de Zamora. Martínez tuvo que dejar el control de la barra en 2022 después de haber sido atacado a balazos. Se salvó de milagro. Sus aliados dicen que lo intentaron acribillar por enfrentarse a los narcos en la tribuna. Además de nexos con otras barras, Martínez conserva contactos y apoyos sindicales. El sindicato de la carne, camioneros y la seccional Oeste del de Comercio son algunos de los gremios en los puede encontrar algún respaldo. “Yo soy el hombre de Pareja en la Anses, el que tiene llegada a todos los jefes regionales”, se jactó Martínez ante jerárquicos del organismo a los que citó en una oficina que sería propia, sobre la avenida Callao, a unas cuadras del Congreso. Dos directivos de la Anses con los que habló LA NACION lo tomaron “como un apriete”. Martínez, que no respondió a las consultas de este diario, es tal vez el hombre más importante de la tropa de Pareja. De chofer y fuerza de choque ascendió a armador electoral de las secciones más calientes.
Los macristas Diego Santilli y Cristian Ritondo, artífices de la alianza en suelo bonaerense, también conocen de estos vínculos. El primero supo recurrir a barras de River conchabados en el sindicato de comercio para otras campañas. Mientras que Ritondo conserva a través de un abogado penalista de confianza sus puentes con barras de Boca y Nueva Chicago. La barra de Independiente, también de nexos fuertes con la política, se entusiasma con colar a uno de sus jefes en el Concejo Deliberante de Avellaneda de la mano de La Libertad Avanza. Se trata de Alejandro “Terremoto” Caiño, mano derecha de Pablo “Bebote” Álvarez, el viejo líder que colonizaba la tribuna. Caiño está a cargo de las pintadas de Pareja en ese municipio y responde a Cristian Frattini, el responsable libertario en la zona y quien podría encabezar la lista de concejales. Frattini lideró la barra de Dock Sud y hasta fue dirigente. Ahora es un empresario de la construcción que milita para Milei, pero que también tiene un excelente vínculo con el intendente peronista Jorge Ferraresi. La relación es tan estrecha que su hija Bianca trabaja en la secretaría privada de la intendencia.
Desde el peronismo, que históricamente tuvo más aceitado su vínculo con punteros y barras, observan con preocupación el crecimiento territorial de los libertarios. Tal vez advertido sobre este fenómeno, Fernando Espinoza, intendente de La Matanza, lanzó un programa llamado “Hinchadas MTZ”, que “invita a los hinchas de los clubes Sportivo Italiano, Deportivo Laferrere, Liniers y Almirante Borwn “a asociarse de forma gratuita para participar de sorteos de camisetas, visitas a los estadios, entrenamientos y partidos y hasta encuentros con los jugadores”. Una suerte de Hinchadas Unidas Argentinas, pero municipal. Cerca de Espinoza buscaron despegar la iniciativa de cualquier articulación entre la política y las barras.
El acuerdo con el Pro le da a Pareja cierta tranquilidad en su afán de reunir a unos 40.000 fiscales para cubrir los 6500 lugares de votación en los 135 municipios bonaerenses. Sobre todo, en el conurbano y en algunos distritos alejados del interior.
La fiscalización y la militancia en los barrios es algo que preocupa también a Axel Kicillof. El gobernador convocó hace ocho días a la cúpula de la CGT a La Plata y les pidió a los sindicalistas apoyo para la campaña. Prometió a cambio lugares en las listas de candidatos. Tanto en las de ahora, como en las nacionales de octubre, según fuentes cegetistas. A Kicillof lo escucharon el triunvirato de mando y tres históricos: Hugo Moyano (81 años), Armando Cavalieri (88) y Andrés Rodríguez (77). Una ironía si es que aún conserva su propuesta para que del PJ surjan “canciones nuevas”, en referencia a la necesidad de una renovación de liderazgos.
Cuando a la medianoche se conozcan definitivamente los nombres de los principales candidatos en cada una de las secciones, comenzará una batalla subterránea por la colonización de los muros para las pintadas electorales. Se trata de un negocio informal del que se conoce poco, pero que involucra a políticos, punteros, barras y policías.
Un operativo de pintadas en paredones puede costar alrededor de $250.000 por salida e involucra a por lo menos tres personas: un blanqueador, un letrista y un pintor. La cifra puede ser mayor si el servicio incluye pegatinas, pasacalles y el mantenimiento de las pintadas, que consiste en volver a pintar si otro grupo se los tapa. “A veces la pintada dura poco y hay lugares jodidos en los que se da una guerra”, señaló una persona que se dedica a esta tarea y que personaliza sus obras con la firma del “Número 1”. Otro referente de las pintadas electorales se entusiasmó con la llegada de las elecciones. “Nos van a llamar después del sábado, ya nos dijeron”, reconoció el hombre, que multiplicó por cuatro los costos de sus servicios en comparación con la campaña de 2023. En este rubro la caída de la inflación es un espejismo.