En las relaciones entre hermanos no siempre prima la fraternidad y la concordia. De ello podría dar fe el vínculo entre la Argentina y Uruguay que, si bien supo ser armónica a lo largo de su historia común, tuvo durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner pasajes de tensión motivados por desacuerdos comerciales, aunque también políticos. Hubo dudas y diferencias sobre la gestión de Mauricio Macri, un acercamiento con Alberto Fernández y un diagnóstico poco alentador sobre Javier Milei.
Pese a que ambos provenían de un tronco ideológico similar y compartían una visión similar de la política latinoamericana, el fallecido expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica y Cristina Kirchner mantuvieron una relación oscilante. Cuando el extupamaro asumió el poder en 2010 ya la Corte Internacional de Justicia había resuelto el conflicto entre los dos países por la instalación de dos pasteras en la costa uruguaya, pero el vínculo quedó resentido.
Mujica lo dejó en evidencia cuando en 2013 descerrajó un comentario tan mordaz como polémico que quedaría en los anales de la relación bilateral. El episodio ocurrió en la previa de una conferencia de prensa y presidente uruguayo no se percató de que el micrófono estaba encendido. Fiel a su estilo directo y campechano, lanzó “esta vieja (por Cristina Kirchner) es peor que el tuerto (Néstor Kirchner)” y, sin darse cuenta que continuaba la transmisión en directo, agregó: “El tuerto era más político, ésta es terca”.
Fue tal el revuelo que provocaron sus palabras que de inmediato el canciller argentino Héctor Timerman convocó al embajador de Uruguay en Buenos Aires, Guillermo Pomi, para expresarle el profundo malestar del gobierno argentino por las expresiones del presidente uruguayo.
Para evitar que escalara la tensión, Mujica pidió “sentidas disculpas” por sus dichos. “Debo pedir sentidas disculpas a quienes pude lastimar en estos días por mis dichos y sobre todo a quienes son –como nosotros– integrantes del sueño de patria grande y federal”, se excusó.
Cuando se cumplieron diez años del aniversario de la muerte de Kirchner, en octubre de 2020, Mujica aprovechó la ocasión para reivindicarlo. “Desgraciadamente con Néstor hable cinco veces, pero siempre me pareció un tipo formidable. Un hombre con una visión moderna de las relaciones latinoamericanas y envidiable su concepción de los derechos humanos”, exaltó.
Siempre atento a las vicisitudes políticas del otro lado del Río de la Plata, Mujica no se privaba de opinar sobre la coyuntura de nuestro país. Cuando Mauricio Macri llegó al poder en 2016, el uruguayo -que ya había concluido su mandato- no tuvo reparos en expresar sus dudas sobre el nuevo gobierno.
“No sé cómo le va a ir [al presidente argentino] cuando las papas quemen […] ¿Cuál es mi desconfianza? Alfonsín era más bueno, pero … Hay una cosa que se llama el movimiento peronista, que en Uruguay no se puede definir. ¡Y no sé cómo se las va a ver este hombre!“, dijo Mujica, para quien ”la elección (de 2015) no la ganó Macri, la perdió el peronismo por sus divisiones internas“.
Con Alberto Fernández, el sucesor de Macri, Mujica cultivó un vínculo fluido y amistoso, y así quedó de manifiesto cuando el presidente argentino lo condecoró en 2021 con la orden del Libertador General San Martín, la máxima distinción que otorga nuestro país.
Pepe Mujica ha sido un ejemplo para una política que todo lo banaliza. Un ejemplo de austeridad en una sociedad que premia a quienes amasan fortunas. Sin serlo, ha sido el mejor de los cristianos. Sin Francisco y sin Pepe, el mundo se entristece y se debilita. Mi recuerdo por… pic.twitter.com/JgisZGt2CC
— Alberto Fernández (@alferdez) May 13, 2025
Mujica aprovechó la ocasión para dejar un par de consejos a sus “hermanos argentinos”. “Por favor quiéranse un poco más; discrepen todo lo que quieran pero construyan, luchen por un nosotros, son parte vital de nuestra América Latina”, aleccionó el uruguayo.
“Soy viejo y aprendí una cosa: que cuando a la Argentina le va bien, también le va bien a Uruguay. Somos algo más que hermanos, nacimos en la misma placenta”, señaló y añadió: “No es poca cosa tener de amigo a un presidente de la Argentina. Mi amigo (por Alberto Fernández) parece un pastor de ovejas y conductor de un rebaño de leones, todo a la vez. Le toca timonear el barco en tiempos muy difíciles”.
Estaba clara la simpatía de Mujica por Fernández, por entonces ya distanciado de su mentora, Cristina Kirchner. Mujica pareció tomar postura a favor de Fernández cuando, en otra de sus polémicas declaraciones, cuestionó la permanencia de ciertos líderes latinoamericanos en el poder, y citó a Cristina Kirchner.
“Ahí está la vieja Kirchner en la Argentina, al frente del peronismo. En lugar de ponerse de vieja consejera y dejar nuevas generaciones, no, está jodiendo ahí. ¡Cómo les cuesta largar el pastel!”, enfatizó en una entrevista a fines del año pasado.
Hay dirigentes que marcan un rumbo por lo que dicen, por lo que hacen y, también, por cómo viven. Pepe fue uno de ellos. Coherente, honesto, comprometido con la justicia social y con los más humildes. Para quienes creemos en una política con valores, su ejemplo va a seguir siendo… pic.twitter.com/h8z9UYkKi3
— Sergio Massa (@SergioMassa) May 13, 2025
Ya por entonces a Mujica le habían diagnosticado la enfermedad que lo llevaría a la muerte. En enero pasado, recluido en su chacra en Uruguay, hizo una excepción en su retiro forzado para recibir a Cristina Kirchner. En aquella despedida ambos hicieron las pases. Al menos así lo contó la expresidenta argentina en las redes sociales.
Sobre Milei, el expresidente uruguayo había pronosticado dificultades en la relación. “Hay que tratar de que sea lo mejor posible, pero es difícil. Lo de Milei es de los argentinos, no es un problema en el que nos tengamos que inmiscuir. Es un semejante país que no lo vamos a cambiar nosotros, pero como los países no se mudan,tenés que tratar de tener la mejor relación posible, sea el gobierno que sea”.