En la actualidad, nos encontramos explorando una nueva era de la Inteligencia Artificial: la IA Generativa, que nos obliga a ser más creativos y nos impulsa a innovar porque lleva a que nuestra imaginación no tenga límites.
Su democratización hace que esté al alcance de todos, lo que cambia las reglas del juego en varios aspectos de la vida. Un ejemplo lo tenemos al alcance de la mano es cuando prendemos la TV (o en YouTube dependiendo el consumo de los programas). La vemos en publicidades, en los noticieros (ejemplo: para recrear la cara de un testigo y proteger su identidad) o en contar efemérides en un talk show nocturno.
El uso de la IA Generativa no solo se da en la producción, sino también en el consumo, en específico de noticias. Según un estudio de Reuters, el 12% de los menores de 35 años y el 15% de los menores de 25 usa los chatbots de IA para informarse y tener contexto de las noticias.

Otro ámbito en donde vemos su influencia es en el laboral. Según el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Inteligencia Artificial podría transformar significativamente los empleos e impulsar la productividad en América Latina y el Caribe. La investigación presentada por los organismos concluye que entre el 26% y el 38% de los empleos de la región podrían verse influidos por la GenAI.
En este sentido, ven como más probable que la tecnología aumente y transforme los puestos de trabajo en lugar de automatizarlos por completo. Según sus datos, entre el 8% y el 14% de los empleos podrían ver mejorada su productividad gracias a la GenAI, mientras que sólo entre el 2% y el 5% corren el riesgo de automatización total.
Por supuesto, la IA también está cambiando la forma en la que compramos, vendemos y gestionamos nuestras finanzas. Uno de los conceptos más prometedores en este nuevo panorama es el Agentic Commerce: un modelo donde agentes digitales impulsados por IA actúan en nuestro nombre para buscar, comparar, negociar y realizar compras o pagos.
Lo que podría verse en una película de ciencia ficción, comienza a convertirse cada vez más en una realidad. Para poder entender a estos agentes, es necesario imaginarnos un asistente que sabe TODO de nosotros: conoce hábitos, se anticipa necesidades y gestiona compras de forma autónoma. En nuestro caso, nos estamos abriendo el camino para que estos agentes puedan operar de forma segura, conectando APIs abiertas, plataformas de pago y experiencias de transacción invisibles.

Desde colaboraciones con Alexa, Google Assistant y Samsung, hasta pilotos en autos conectados o plataformas de suscripción, el comercio automatizado está tomando forma. En Latinoamérica, actores como Nubank, Rappi y Mercado Pago también están explorando cómo la IA puede facilitar pagos recurrentes, asistencia financiera y recomendaciones personalizadas.
Como líderes, debemos mirar más allá de la tecnología: el verdadero valor está en repensar la experiencia del cliente, con menos fricción y más inteligencia. El Agentic Commerce es una oportunidad para rediseñar la relación entre personas, marcas y tecnología. Y apenas estamos empezando.
La autora es Country Manager de Visa para Argentina y el Cono Sur
