Ron DeSantis volvió a colocarse en el centro de la política de Estados Unidos. Esta vez, el gobernador de Florida analiza una jugada estratégica con potencial impacto nacional: redibujar el mapa congresional de su estado, con lo cual seguiría el plan impulsado por Greg Abbott en Texas. En caso de aprobarse, la propuesta reconfiguraría el equilibrio político en uno de los estados claves de cara a las elecciones legislativas de 2026.
DeSantis redobla su apuesta electoral para redibujar el mapa electoral en Florida
El gobernador evalúa seriamente convocar a la Legislatura de Florida para redibujar las circunscripciones electorales del estado. Su argumento parte de una crítica directa al censo de 2020, el cual considera inexacto y perjudicial para los intereses del Estado Soleado.
Esta postura coincide con el impulso que ya mostraban varios legisladores republicanos tras la validación, por parte de la Corte Suprema local, de un nuevo mapa en el antiguo 5° distrito congresional, que había sido impulsado por el propio gobernador.
Según declaró el presidente del Partido Republicano en Florida, Evan Power, la idea de redibujar los distritos ya circulaba entre los referentes locales, pero tomó fuerza definitiva con el anuncio del nuevo mapa presentado por los republicanos en Texas.
“Probablemente, nos dirigíamos hacia esa dirección, pero Texas la convirtió en noticia principal”, aseguró Power en diálogo con The Hill.
El reclamo de DeSantis se apoya además en un contexto de transformación poblacional. Desde la pandemia de Covid-19, Florida experimentó un notable aumento demográfico, lo que avivó el debate sobre la necesidad de una representación más ajustada a la realidad actual del estado.
Un escenario cada vez más favorable para el Partido Republicano dentro de Florida
La posibilidad de un nuevo rediseño electoral encuentra a Florida bajo un fuerte dominio conservador. En la última década, el estado viró progresivamente hacia la derecha, hasta consolidar una mayoría republicana tanto a nivel legislativo como en la representación federal.
En este contexto, distritos históricamente demócratas, como los ubicados en los condados de Miami-Dade y Osceola, pasaron a manos del Partido Republicano, según explicó el medio citado.
Actualmente, los republicanos controlan 20 de los 28 escaños de Florida en la Cámara de Representantes. La reciente validación del nuevo mapa por parte de la Corte Suprema del estado eliminó al 5° distrito congresional, de mayoría afroamericana en el norte del Estado Soleado y anteriormente representado por el demócrata Al Lawson, cuyo territorio fue repartido entre tres legisladores republicanos.
Por lo tanto, Florida no afronta el nivel de resistencia que sí experimenta Texas, donde más de 50 legisladores demócratas abandonaron el Estado de la Estrella Solitaria para no dar quorum en la sesión especial y tratar esta propuesta. Entonces, la administración DeSantis podría incluso adelantarse al gobierno de Abbott, primer impulsor de esta estrategia.
Entre los distritos de Florida que podrían verse afectados por un nuevo rediseño se encuentran varios actualmente controlados por demócratas:
- Debbie Wasserman Schultz (sur de Florida)
- Jared Moskowitz (sur de Florida)
- Lois Frankel (sur de Florida)
- Kathy Castor (zona de Tampa)
- Darren Soto (zona de Orlando)
El avance republicano es claro: ganar aún más espacio en la delegación congresional para favorecer, según sus propias palabras, la agenda de Donald Trump y consolidar el dominio conservador en el estado.
DeSantis busca “ser pionero” entre los republicanos en la reconfiguración del mapa electoral
Lejos de limitarse a Florida, esta estrategia se inscribe en una batalla política más amplia. El conflicto por los mapas electorales se intensificó en todo Estados Unidos, con ambos partidos en busca de ventajas de cara a las elecciones de medio término de 2026.
Mientras Texas ya intentó, por ahora sin éxito, dar el primer paso con un nuevo mapa avalado por su dirigencia republicana, California también analiza modificaciones.
Un estratega republicano nacional citado por The Hill explicó que, si estos rediseños cumplen con la ley y los requisitos federales, y se hacen con rapidez, aumentan las posibilidades de que Trump y los legisladores republicanos avancen con su agenda.
En ese contexto, DeSantis podría apostar a convertirse en un modelo a seguir para otros estados rojos. “Ve una oportunidad para ser pionero dentro del Partido Republicano. Podría estar creando un programa piloto que Texas y otros estados luego repliquen”, indicó un estratega republicano de Florida.
“No nos engañemos. Si lo logra, será el favorito de una persona que vive en 1600 Pennsylvania Avenue”, concluyó, en referencia a Donald Trump y su posible regreso a la Casa Blanca.