
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, informó que los escoltas del alcalde asesinado de Uruapan, Carlos Manzo, volverán a rendir declaración ante la Fiscalía estatal, luego de que en un primer momento no se encontraran pruebas suficientes para vincularlos con el homicidio ocurrido el 1 de noviembre.
Los escoltas de Carlos Manzo no fueron detenidos inicialmente porque no había pruebas que los vincularan directamente con el asesinato del alcalde.
En ese momento, uno de ellos declaró que disparó contra el agresor de 17 años que atacó al edil, y los peritajes no indicaban responsabilidad de los policías en la muerte del presidente municipal.

Sin embargo, ahora se les volverá a llamar a declarar porque:
- Los peritajes continúan, y las autoridades aún no determinan qué arma mató al agresor ni si la misma pudo estar relacionada también con el disparo que alcanzó a Manzo.
- Se reabrieron líneas de investigación para esclarecer la actuación del cuerpo de seguridad, ya que existieron irregularidades o dudas sobre cómo respondieron los escoltas durante el ataque.
- El caso podría ser atraído por la Fiscalía General de la República (FGR), lo que exige revisar de nuevo todos los testimonios y procedimientos.
Los vuelven a citar no porque haya pruebas nuevas contra ellos, sino porque las autoridades quieren confirmar o descartar su posible responsabilidad a partir de los resultados forenses y balísticos que aún no concluyen.
“Los policías que eran parte del primer círculo de seguridad del alcalde van a volver a declarar”, señaló Harfuch.
El titular de la SSPC aclaró que los elementos de seguridad “no están detenidos, pero sí localizados” y que acuden a declarar cada vez que son requeridos.
Las investigaciones permanecen bajo responsabilidad de la Fiscalía General del Estado de Michoacán, aunque no se descarta un cambio.
No se descartan líneas de investigación
El secretario de la Defensa Nacional, general Ricardo Trevilla, sostuvo que el protocolo de seguridad no falló, sino que el edil no contaba con personal de la Guardia Nacional, cuerpo que tiene otro tipo de capacitación y protocolos.
Señaló que se buscará reforzar la coordinación con las autoridades municipales para mejorar la protección de funcionarios locales.

El asesinato de Carlos Manzo, quien apenas en septiembre había asumido la presidencia municipal de Uruapan, ha generado conmoción en Michoacán y reavivado las críticas a las estrategias de seguridad en la región.
Con la reapertura de declaraciones y la posibilidad de que el caso sea atraído por la FGR, las autoridades federales buscan esclarecer no sólo el ataque, sino también la actuación de quienes tenían la tarea de proteger al alcalde.