Uber ha intensificado su estrategia para convertirse en un actor clave dentro del competitivo mercado de taxis autónomos. La compañía no solo ha iniciado conversaciones con fondos de capital privado y bancos para asegurar nuevos recursos financieros, sino que también ha fortalecido alianzas con fabricantes de automóviles como Volkswagen y Lucid.
El objetivo de las alianzas: lograr un despliegue masivo de robotaxis, un sector aún incipiente, vigilado por reguladores y marcado por altas expectativas de crecimiento.
Así funcionaría el esquema de Uber para operar su flota de robotaxis
Durante una reciente presentación, el CEO de Uber, Dara Khosrowshahi, reveló tres posibles esquemas para operar su futura flota de robotaxis: pagar una tarifa fija a los socios propietarios, establecer acuerdos de reparto de ingresos con operadores de flotas, o adquirir vehículos directamente para luego licenciar el software autónomo. Esta estrategia busca maximizar la rentabilidad en un entorno donde los costos laborales representan una porción significativa de los gastos operativos.
Uber ya ha integrado vehículos autónomos de Waymo en su aplicación, operando en ciudades como Austin y Atlanta. Además, firmó un acuerdo con Volkswagen para introducir miles de furgonetas eléctricas autónomas en Estados Unidos en la próxima década.
A esto se suma una inversión de 300 millones de dólares destinada a desplegar 20.000 taxis autónomos en seis años, fabricados por Lucid y equipados con tecnología de Nuro.
Expansión y competencia de Uber
Aunque Uber planea utilizar solo una parte de sus 7 mil millones de dólares anuales en flujos de caja para financiar la expansión de sus robotaxis, no descarta vender participaciones minoritarias en sus filiales para facilitar el crecimiento.
Según Khosrowshahi, una vez que se compruebe el potencial de ingresos diarios por vehículo, no faltarán inversores dispuestos a apostar por el modelo.
El contexto competitivo también se está calentando. Tesla, por ejemplo, ha lanzado servicios de robotaxis limitados en Austin y el Área de la Bahía, mientras Waymo opera ya en cinco ciudades estadounidenses. A pesar de ello, Uber no ha detectado una disminución significativa en la demanda de sus servicios en las zonas donde Tesla ha empezado a operar.
El potencial de la industria de los robotaxis
A pesar del escrutinio regulatorio, las dudas sobre la adopción del público y los altos costos que han llevado a otras empresas a cerrar, el mercado de los robotaxis sigue despertando interés.
Según analistas, su despliegue masivo podría reducir drásticamente los costos de operación de Uber y mejorar sus márgenes de ganancia. Incluso hay quienes, como Elon Musk, estiman que esta industria podría alcanzar un valor de billones de dólares.
Ken Mahoney, CEO de Mahoney Asset Management, lo resume así: ”Para muchas de estas compañías (Waymo y Tesla), parece que será un esfuerzo que valdrá la pena… ya que hay predicciones ambiciosas sobre el mercado total direccionable de la industria de los robotaxis».
Cómo funcionan los robotaxis
Los robotaxis son vehículos autónomos diseñados para transportar pasajeros sin necesidad de un conductor humano. Funcionan gracias a una combinación de sensores, cámaras, radares y sistemas de inteligencia artificial que permiten al automóvil interpretar su entorno en tiempo real.
Estos sistemas detectan obstáculos, señales de tránsito, peatones y otros vehículos, tomando decisiones al instante para garantizar una conducción segura. Además, utilizan mapas digitales avanzados y conexiones a la nube para actualizar rutas y condiciones del tráfico constantemente.
El pasajero solo necesita solicitar el servicio a través de una aplicación móvil, seleccionar su destino y esperar a que el robotaxi llegue. Una vez a bordo, el sistema guía el trayecto de forma autónoma hasta el punto final. Este tipo de tecnología representa una revolución en el transporte urbano y promete reducir los accidentes causados por error humano.