“Le quitaron las llaves de su casa y se alimentaba de comida racionada: a lo largo de los años le sacaron 500.000 euros de su cuenta”. Así describe la orden judicial el calvario de un hombre de poco más de 40 años, cuya vida quedó reducida a la de un prisionero en su propia villa de campo cerca de la localidad italiana de Vigevano.
La investigación, revelada recientemente por el tribunal de Pavía, ha destapado una trama de abuso y manipulación que se extendió durante cuatro años y que, según la reconstrucción de los hechos, fue orquestada por su ex pareja y tres supuestos amigos.
La noticia, difundida por el diario Corriere della Sera, ha conmocionado a la región lombarda y ha puesto en primer plano la vulnerabilidad de quienes, por su estado de salud mental, pueden convertirse en blanco de delitos prolongados y sistemáticos. El caso salió a la luz en noviembre del año pasado, cuando la víctima, en un acto desesperado, comenzó a arrojar objetos desde una ventana hacia los patios vecinos.
Su objetivo era claro: atraer la atención de los vecinos y buscar una vía de escape a una situación que parecía no tener fin. Los residentes, molestos pero sin conocer la gravedad de lo que ocurría, alertaron a la policía por lo que consideraban simples molestias. La llegada de los agentes del comisariado de Vigevano y de la brigada móvil significó un punto de inflexión en la trama.
Sin calefacción y con comida racionada
Al verlos, el hombre suplicó ayuda y relató su historia, desencadenando la investigación que permitió reconstruir los años de encierro y despojo. La víctima, que padecía una enfermedad mental reconocida, fue sometida a un régimen de aislamiento absoluto.
Le retiraron las llaves de su propia casa, lo privaron de calefacción y agua caliente, y lo alimentaron con raciones mínimas. El alambre de espino que rodeaba la propiedad, lejos de ser una simple medida de seguridad, se transformó en una barrera infranqueable.
Según la información de Corriere della Sera, los responsables —dos hombres y dos mujeres, todos residentes en la ciudad salvo uno que vivía en Calabria— actuaron con pleno conocimiento de la fragilidad de la víctima. El plan, ideado por la ex pareja, tenía un objetivo económico: vaciarle la cuenta bancaria.
Durante los cuatro años de cautiverio, los acusados lograron extraer de la cuenta de la víctima cerca de 500.000 euros, una suma que evidencia tanto la magnitud del patrimonio como la persistencia del abuso. La situación de abandono y degradación se agravó por el deterioro mental del hombre, circunstancia que los implicados aprovecharon para mantenerlo bajo control y evitar cualquier intento de resistencia.
Acusados de secuestro y abusos y estafa
Tras la intervención policial, el hombre fue trasladado al hospital civil de Vigevano para recibir atención médica y psicológica. La orden de custodia cautelar, emitida por el juez de instrucción de Pavia en los últimos días, permitió que el caso saliera a la luz pública.
Los delitos imputados a los cuatro sospechosos incluyen secuestro de persona, abandono, abuso de incapaz y estafa agravada. La investigación, que se prolongó durante meses, implicó seguimientos y verificaciones tanto de la situación sanitaria como financiera de la víctima. Según Corriere della Sera, el papel de la ex pareja fue central en la ejecución del fraude, mientras que los otros tres actuaron como cómplices activos.
