El domingo se celebró la 77.ª edición de los Premios Emmy en el Peacock Theater del centro de Los Ángeles, bajo la sombra de la creciente violencia política en Estados Unidos. Las nuevas medidas de seguridad del evento plantearon la cuestión de si la alfombra roja tendría un aspecto diferente esta vez.
La respuesta fue que en realidad no. Aunque algunas estrellas utilizaron la alfombra como tribuna política, la mayoría actuó como de costumbre, y muchas dieron a conocer cosas más ligeras, como sus próximos proyectos o detalles sobre sus conjuntos. Hubo muchas galas tradicionales de etiqueta, pero algunos asistentes aumentaron la emoción con colores metálicos o brillantes. Un par llamó la atención vistiéndose de manera informal (con camisetas sin mangas y playeras), y un grupo de drag queens destacó, pues se vistieron como mimos y como Michael Jackson (entre otras cosas).
De toda la moda de los Emmy, estos 15 looks fueron algunos de los más memorables.
Lisa: la más chiclosa
La cola del dulce conjunto de Lever Couture de la cantante de Blackpink y actriz de White Lotus recordaba a los chicles que se venden en tiras de dos metros de largo.
Jenna Ortega: más y más joyas
Con un conjunto Givenchy de Sarah Burton, la actriz de Merlina dio su propio giro a la frase en inglés dripping with jewels (derramando joyas), que hace referencia a la abundancia de joyería fina en un atuendo y, en este caso, literalmente parece derramarse.
Ruth Negga: el papel más jaspeado
El estampado del vestido de Prada que vistió la actriz de Se presume inocente recordaba en cierto modo a los coloridos remolinos de la opulenta papelería.
Pedro Pascal y Gwendoline Christie: los más Victor/Victoria
Con trajes complementarios de doble botonadura de colores pálidos, el actor, protagonista de The Last of Us (quien vistió Celine), y la actriz de Severance (que vistió Tom Ford de Haider Ackermann) evocaron el vestuario de la comedia musical.
Carrie Coon: la más Campanita
Con un corte pixie rubio y un vestido de Chanel parecido al de un hada, la actriz de White Lotus y La Edad Dorada parecía salida directamente del País de Nunca Jamás.
Noah Wyle: el más metido en el personaje
Figs, una marca conocida sobre todo por sus batas médicas, confeccionó el esmoquin que el actor, protagonista de The Pitt, llevó a los premios.
Sydney Sweeney, Selena Gomez y Cristin Milioti: los cuellos más elegantes y rojos
Hubo otros vestidos rojos en los Emmy, pero los de estas tres actrices destacaron en parte por sus distintivos cortes para lucir el cuello: en forma de corazón para Sweeney (que llevaba Oscar de la Renta); alto para Gomez, estrella de Only Murders in the Building (quien llevaba Louis Vuitton), y cuadrado para Milioti, estrella de El pingüino (que llevaba Danielle Frankel).
Megan Stalter: el mensaje más impactante
La actriz, protagonista de Hacks y Demasiado, tiene la costumbre de convertirse en un cartel publicitario en las alfombras rojas: ha usado un corsé de Diet Coke y ha llevado un vaso de café de Dunkin’ Donuts con pedrería incrustada. En los Emmy, complementó su camiseta Hanes y sus pantalones de mezclilla Levi’s con un bolso que llevaba una gran etiqueta pegada en la que se leía «alto al fuego».
Jeff Hiller: el más príncipe de Park Avenue
Vestido con un traje brocado rosa de Dear Tyler con adornos de perlas, el actor, protagonista de Alguien en algún lugar, canalizó lo que usan las damas de la alta sociedad que salen a almorzar.
Natasha Rothwell: el vestido más fuera de este mundo
El espectacular vestido de Ines Di Santo que vistió la actriz de White Lotus tenía la inmensidad oscura y arrolladora de un lugar más allá de la atmósfera terrestre.
Walton Goggins: el más cantante de bodas
Con una chaqueta blanca de Louis Vuitton, una camisa a medio abrochar y el pelo revuelto, el actor de White Lotus parecía haber estado trabajando en la pista de baile de una recepción antes de llegar a la alfombra.
Parker Posey: la más pastel de bodas
Entre los detalles que hacían que el vestido Valentino de la actriz de White Lotus pareciera el postre de unos recién casados estaba una falda en capas adornada con un encaje que parecía glaseado.