El consumo diario de vitamina C se ha estudiado ampliamente por su papel en la función inmunológica, la formación de colágeno y la protección antioxidante. A continuación se describen los efectos a corto y largo plazo, junto con las principales precauciones y contraindicaciones.
Efectos a corto plazo
- Refuerzo del sistema inmunológico, con menor duración e intensidad de síntomas ante ciertos procesos infecciosos comunes, como el resfriado.
- Mejora en la absorción de hierro proveniente de fuentes vegetales.
- Apoyo en la cicatrización de heridas y en la salud de piel y encías.
Efectos a largo plazo
- Protección antioxidante frente al daño celular producido por radicales libres.
- Contribución al mantenimiento de huesos, cartílagos y vasos sanguíneos sanos.
- Potencial reducción del riesgo de enfermedades crónicas cuando se mantiene una ingesta adecuada, principalmente a través de una dieta rica en frutas y verduras.