Durante las últimas horas, las redes sociales se tiñeron de nostalgia y cariño tras conocerse la noticia del fallecimiento de Fabbio, el popular perrito que se volvió viral por su entrañable caracterización de ’Checo’ Pérez. Más que un lomito con una playera y gafas, el canino fue el copiloto de una historia que cruzó semáforos, avenidas y corazones, con una réplica del RB19 a escala jalada por bicicleta, emulando el mundo de la Fórmula 1 desde el asfalto de la Ciudad de México.
En los más recientes días, el dueño de Fabbio, Jorge Alvarado había dado a conocer que su entrañable amigo se encontraba delicado de salud, motivo por el cual, comenzó a recaudar dinero para poder solventar su cirugía. Desafortunadamente, la tarde de este miércoles 23 de abril, compartió que el conocido lomito había partido de este plano terrenal a sus 16 años de edad.
Tanta fue su popularidad y cariño entre la fanaticada mexicana de automovilismo, que las redes sociales, especialmente en Instagram, los usuarios compartieron un mensaje de despedida para Fabbio y externando su más sentido pésame para su dueño, Jorge.
Fabbio y su popularidad
Jorge Alvarado, su inseparable humano, fue quien ideó este original homenaje al piloto mexicano Sergio Pérez. La escena era tan surrealista como encantadora: un pequeño bólido azul, con detalles dignos de un pit stop profesional, circulando por Reforma con un piloto de cuatro patas al frente, rodeado de peluches de Checo y Verstappen. Era imposible no detenerse, sonreír… y tomarle una foto.
La magia del cuadrúpedo trascendió el algoritmo. Su imagen, vestido con el uniforme de Red Bull Racing, se viralizó en plataformas como TikTok e Instagram. Su historia, además de adorable, era un testimonio de ingenio mexicano: Jorge, apasionado del automovilismo y admirador de Checo, encontró en su amigo de cuatro patas el copiloto perfecto para homenajear a su ídolo de una forma única.
La respuesta fue tan positiva que incluso la propia escudería Red Bull, junto con patrocinadores como Mobil, se unieron a esta ola de cariño. En 2022, previo al Gran Premio de México, Jorge y Fabbio fueron invitados a una conferencia de prensa donde pudieron conocer a Checo en persona. El encuentro fue un momento inolvidable para miles de seguidores que ya consideraban al canino un embajador no oficial del automovilismo mexicano.
El fallecimiento de Fabbio deja un hueco enorme en la comunidad que lo adoptó como símbolo de ternura y creatividad; sin embargo, más allá de la tristeza, es un hecho que su legado perdurará, pues quedará la capacidad de un perrito para representar la pasión por un deporte, la devoción por un ídolo, y el amor sin condiciones entre un humano y su mejor amigo.
En cada curva del pequeño RB19 ½, en cada giro de sus rueditas rotuladas, el querido lomito demostró que no necesitas motor para acelerar emociones. Él no corrió junto a Verstappen ni ganó podios en Mónaco, pero sí cruzó primero la línea de meta en los corazones de millones.