Madrid, 27 ene (EFE).- La peor situación laboral de los jóvenes tiene un coste para la economía del 2,27 % del producto interior bruto (PIB) y evita la incorporación de 950.000 ocupados al mercado laboral, debido principalmente a las «deficiencias» del sistema educativo y a la «ineficiencia» de las políticas activas de empleo.
Estas son algunas de las conclusiones del informe «Juventud y Empresa», elaborado por la Fundación PwC y el Círculo de Empresarios y hecho público este lunes, cuyos datos se basan en la hipótesis de qué pasaría en la economía española si se redujera la diferencia entre los indicadores de actividad y empleo juvenil de España y Alemania.
Así, la tasa de desempleo general se reduciría hasta el 11,2 % de la población activa (desde el 12,3 % actual), mientras que la tasa de actividad general, que mide cuántas personas en edad de trabajar están activas en el mercado laboral, aumentaría del actual 74,5 al 76,9 %.
Según el documento, la economía crecería «de forma notable», impulsada por el mayor número de trabajadores y el consiguiente aumento de la renta y el consumo.
Respecto a la educación y la formación, se alerta de que hay un «gran desajuste» entre las competencias obtenidas y las demandadas del mercado laboral, además de que los resultados académicos españoles muestran «un gran margen de mejora», teniendo en cuenta que el alumnado español se sitúa a la cola de la UE y de la OCDE tanto en matemáticas como en alfabetización.
Otros de los motivos de la «brecha juvenil» son el modelo de crecimiento con escaso peso del sector industrial y la predominancia de pequeñas empresas, en las que la vulnerabilidad del empleo ante crisis económicas es mayor y donde es más difícil la retención y la atracción de talento.
Por otro lado, el documento aborda cómo el envejecimiento de la población ha provocado un mayor gasto en servicios de atención médica y pensiones (56 % más entre 2004 y 2021), mientras que el gasto público orientado a los jóvenes (educación, vivienda o transición ecológica) apenas se ha incrementado en un 5 % durante el mismo periodo.
En el caso concreto del acceso a la vivienda, se ha observado que entre los años 2008 y 2022, la edad promedio de emancipación en la UE disminuyó en un 1,1 % (de 26,7 años a 26,4), mientras que en España se ha incrementado en un 6,7 % (de 28,4 años a 30,3).
Además, la poca capacidad de ahorro de los jóvenes hace que la proporción de hogares jóvenes con su vivienda principal en propiedad se haya reducido un 40 % en 20 años, agrega el informe.
Respecto a la inteligencia artificial, se observan grandes oportunidades para los más jóvenes, ya que su implantación puede provocar «aumentos en la productividad y la creación de nuevas industrias y empleos, ayudando a afrontar el reto demográfico».
En el documento se plantean propuestas de mejora para las empresas, como la transformación de los procesos de selección y el aumento de la participación empresarial en la educación o la innovación en los paquetes de compensación para apoyar a los jóvenes en la conciliación de la vida familiar y profesional.
También se plantean medidas como el desarrollo de fórmulas público-privadas de construcción de viviendas asequibles o la participación empresarial en el diseño de las políticas educativas. EFE