Los bolsillos de los argentinos volverán a sufrir algunos aumentos en mayo. En la lista de los rubros que tendrán ajustes en el quinto mes del año figuran el transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), las prepagas, alquileres y los servicios públicos (agua, electricidad y gas), entre otros.
Todos estos incrementos se darán en un contexto en el que, luego de la salida del cepo cambiario, el dólar se ubicó apenas por debajo de los $1200, la inflación estimada para abril es de entre 2,5% y 3,8%, y el valor del barril de crudo –que impacta en los combustibles– bajó de US$75 en marzo a US$70.
En el caso del agua, AySA confirmó que el ajuste será de 1%. “A partir del mes de mayo 2025, el incremento en la factura será del 1%, por lo que el valor del coeficiente K pasará de 1583,7404 a 1599,5778”, se informó desde la empresa estatal. De este modo, una tarifa media para el sector alto pasará a ser de $27.344; para el sector medio, de $24.832; y para el bajo, de $19.954.
También las tarifas de electricidad y gas tendrán un ajuste. Si bien la magnitud del aumento se definirá a último momento, se estima que será en línea con la inflación.
En el caso de las prepagas, al menos tres empresas ya comunicaron que incrementarán sus cuotas. Se trata de Medifé, Swiss Medical y OSDE, que subirán 2,7%, 2,4% y 2,6%, respectivamente.
Además, viajar en transporte público en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en el conurbano también será más caro a partir de mayo. Los usuarios tendrán que prepararse para aumentos apenas debajo del 6%: mientras que el boleto de colectivo aumentará en mayo 5,7% para las 31 líneas que prestan servicio dentro de los límites de la CABA, la suba será del 5,9% para las que circulan en la Provincia de Buenos Aires.
En lo que se refiere al costo de alquilar una vivienda, si bien la ley de alquileres fue derogada, todavía quedan contratos que fueron firmados durante su vigencia. En estos casos, para aquellos que corresponda el ajuste anual justo en mayo, regirá un incremento que se calcula aplicando el Índice para Contratos de Locación (ICL), que combina el IPC con la variación de los salarios según Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte). Ese ajuste estará apenas por debajo del 100%.
Se abre un interrogante sobre lo que podría pasar con los combustibles, ya que en este caso podría suceder que en lugar de una suba –como la de 1,75% que se produjo el 1° de abril– se decida una baja. Se especula con esta posibilidad debido a que, como se dijo, el precio del petróleo está en baja y el valor del dólar por debajo de los $1200.