Barcelona, 29 abr (EFE).- Una nueva terapia avanzada CAR-T ha logrado resultados positivos en una proporción elevada de pacientes con un tipo de linfoma que no habían respondido a otros tratamientos o habían recaído.
Se trata de un ensayo clínico de fase I que han llevado a cabo investigadores del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau), en colaboración con el Hospital de Sant Pau y el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras.
Según han informado este martes ambos institutos de investigación en un comunicado, en la primera fase de este ensayo, cuyos resultados se han publicado en la revista Blood, han participado diez pacientes refractarios o en recaída con linfoma de Hodgkin clásico o de células T (CD30+).
Son cánceres que comienzan en linfocitos (glóbulos blancos) y suponen un reto para la comunidad médica, especialmente en los casos refractarios o en recaída, situaciones en las que los tratamientos convencionales han mostrado hasta ahora una eficacia limitada.
Recientemente, las terapias con células CAR-T han surgido como una alternativa prometedora en el tratamiento de cánceres hematológicos.
Es una terapia avanzada que consiste en extraer sangre del paciente, modificar genéticamente los linfocitos T (células del sistema inmunitario) para que ataquen mejor las células cancerígenas, y volver a inyectarla en el cuerpo.
Las CAR-T están logrando resultados muy positivos en leucemias y linfomas de células B, pero su aplicación en linfomas CD30+ había estado limitada debido a la falta de persistencia de las células modificadas y a la rápida recaída de los pacientes.
El nuevo ensayo, que aún está en la primera fase, ha obtenido un 100 % de respuesta global (porcentaje de pacientes que mejoran tras el tratamiento) y un 50 % de remisiones completas (desaparición de los síntomas de la enfermedad, aunque el cáncer aún puede estar en el cuerpo).
En cuanto a la durabilidad de la respuesta, el 60 % de los pacientes que lograron una respuesta completa mantenían la remisión sin signos de recaída después de un seguimiento medio de 34 meses.
Este desarrollo representa un hito en la lucha contra estos tipos de cáncer y abre nuevas perspectivas para pacientes que hasta ahora contaban con opciones muy reducidas, según los investigadores.
«Si conseguimos demostrar en estudios más amplios que esta estrategia funciona a largo plazo, podríamos estar hablando de un cambio de paradigma en el tratamiento de los linfomas CD30+ refractarios, lo que daría esperanza a muchos pacientes que actualmente tienen pocas opciones terapéuticas viables», ha afirmado la doctora Ana Caballero, adjunta del Servicio de Hematología de Sant Pau y co-investigadora del ensayo. EFE