La tasa de desocupación en Colombia alcanzó en marzo de 2025 el 9,6%, lo que representa el nivel más bajo registrado para este mes desde 2017, según informó Piedad Urdinola, directora del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Esto también representa una mejora en la consecución de empleo, ya que en 2024 la tasa de desempleo se situó en 11,3%.
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Este dato refleja una mejora en el mercado laboral del país, marcando un hito en comparación con los años previos.
De acuerdo con el reporte de la entidad, la tasa de ocupación también mostró un avance notable, situándose en un 58,5%.
Este porcentaje no solo supera los niveles previos a la pandemia de covid-19, sino que evidencia una recuperación sostenida en la generación de empleo en el país.
Sin embargo, persisten importantes desigualdades en el mercado laboral, especialmente en términos de género.
El indicador, que mide la proporción de personas empleadas en relación con la población en edad de trabajar, mostró un incremento frente al 56,7% registrado en marzo de 2024.
Según el Dane, sectores como la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca fueron los principales motores de esta recuperación, aportando 381.000 nuevos empleos.
Otros sectores que contribuyeron al aumento del empleo incluyen las industrias manufactureras, con 218.000 nuevos puestos, y los servicios de alojamiento y comida, que sumaron 153.000 empleos.
A pesar de los avances generales, el informe resaltó las persistentes desigualdades de género en el mercado laboral. La tasa de desocupación para las mujeres fue del 12,6%, significativamente superior al 7,4% registrado para los hombres, lo que refleja una brecha de género de 5,2 puntos porcentuales.
Además, la tasa global de participación, que mide la proporción de personas activas en el mercado laboral, mostró una diferencia de más de 20 puntos porcentuales entre hombres y mujeres.
Mientras que la participación masculina alcanzó el 76,6%, la femenina se situó en un 53,7%. Estas disparidades también se reflejan en la tasa de ocupación, que fue del 71% para los hombres y del 47% para las mujeres.
En cuanto a la distribución sectorial del empleo, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística destacó que más de un millón de nuevos puestos de trabajo fueron creados en marzo de 2025.
Además de los sectores ya mencionados, el transporte y almacenamiento sumaron 132.000 empleos, mientras que la construcción añadió 125.000.
Sin embargo, no todos los sectores experimentaron crecimiento. Las actividades profesionales perdieron 48.000 empleos, el sector financiero redujo 71.000 puestos y el empleo público registró la mayor caída, con 153.000 trabajos menos.
La directora de la entidad, Piedad Urdinola, señaló que estas cifras representan un avance significativo en la recuperación económica del país, aunque reconoció que las desigualdades de género siguen siendo un desafío importante.
“Estamos reportando en la serie que revisamos por género que son bastante bajas”, afirmó Urdinola, refiriéndose a las tasas de desocupación actuales.
También destacó que estas son las cifras más bajas para un mes de marzo desde 2017, lo que evidencia una tendencia positiva en el mercado laboral.
Así mismo, el informe del Dane también analizó las variaciones en el desempleo según las áreas geográficas.
Las 13 principales ciudades del país y sus áreas metropolitanas registraron las mayores reducciones en la tasa de desocupación, seguidas por otras cabeceras municipales y zonas rurales.
Este comportamiento refleja una recuperación más acelerada en los centros urbanos, aunque las áreas rurales también mostraron mejoras significativas.
Las ciudades en las que se presentó una mayor tasa de desempleo fueron: Arauca (29,2%), Quibdó (29%), Buenaventura (26,3%), Mocoa (24,7%) y Barrancabermeja (24,6%).
Así mismo, las que tuvieron menos tasa de desempleo fueron: Leticia (4,7%), Rionegro (6,1%), Mitú (6,7%), Inírida (7,6%) y Medellín (8%).
A pesar de los avances, el informe subraya la necesidad de políticas públicas que aborden las desigualdades estructurales en el mercado laboral, especialmente en lo que respecta a la brecha de género.
Aunque las cifras generales son alentadoras, las disparidades en la participación y ocupación laboral entre hombres y mujeres continúan siendo un desafío pendiente para el país.