Agotados los atajos legales para que la Secretaría de Trabajo dicte una nueva conciliación obligatoria, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) definió un paro de colectivos para el martes de la semana próxima en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) como reclamo de mejoras salariales. Así surge del acta oficial de la reunión que virtual que organizó la Secretaría de Trabajo.
Se llegó a esta situación después de un mes y medio de negociaciones entre las cámaras empresarias, el Estado y el gremio en las que se barajó un aumento salarial de 7% en seis cuotas. Los sueldos de los choferes, que oscilan entre 1.000.000 y 1.500.000, están congelados desde diciembre del año pasado. La cifra ofrecida por las cámaras empresarias se traducirá en un aumento del boleto de un 6% a partir del mes que viene.
Nuevo cuadro tarifario para las líneas de colectivos de la Ciudad de Buenos Aires, a partir del 1° de mayo de 2025. Líneas: 4, 6, 7, 12, 23, 25, 26, 34, 39, 42, 44, 47, 50, 61, 62, 64, 65, 68, 76, 84, 90, 99, 102, 106, 107, 108, 109, 115, 118, 132 y 151. #AAETAComunica pic.twitter.com/9OXa2ZdPyC
— aaeta (@aaeta_arg) April 28, 2025
Esta tarde hubo una audiencia entre los representantes de las seis cámaras empresarias, dirigentes de la UTA y miembros de la Secretaría de Trabajo para intentar evitar el paro, que, de concretarse, afectaría a más de 300 líneas de colectivos que circulan por el AMBA. Para este encuentro, el gremio pretendía que se mejore sustancialmente la propuesta de 7% de aumento, pero eso no sucedió. “Habrá un paro, seguramente”, dijo un dirigente cercano a Roberto Fernández, el jefe de la UTA desde 2008.
“Farsa prolongada”
“Ante el vergonzoso ofrecimiento, sumado al silencio y la pasividad de los distintos niveles del Estado (Nacional, Provincia de Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires), frente a este incumplimiento es igualmente grave, ya que el sostenimiento del servicio público descansa hoy únicamente en el esfuerzo y la responsabilidad de los trabajadores, mientras ni las empresas ni los organismos competentes asumen sus deberes con la seriedad que la situación exige. Por todo ello, advertimos que no vamos a tolerar esta farsa prolongada, ni vamos a permitir que se siga poniendo en juego el poder adquisitivo, la dignidad y el sustento de más de 60.000 familias trabajadoras”, advirtió el gremio en la audiencia, según surge del acta paritaria oficial a la que accedió LA NACION.
El paro será por 24 horas y afectará a 9 millones de pasajeros, según informó el gremio. Habrá una nueva audiencia el lunes previo a la medida de fuerza, en lo que sería el último intento del Gobierno en evitar la protesta.
El conflicto salarial de la UTA no es uno más del rompecabezas de paritarias porque esconde una pelea que involucra de manera directa al Estado. La balanza de los subsidios estatales para garantizar el servicio se fue desequilibrando con el avance del tiempo. En el AMBA el sistema funciona hoy con $172.000 millones mensuales, de los cuales un 70% son aportados por el Estado y el 30% por el precio de las tarifas, según precisaron fuentes empresarias.
Con puro cálculo político, el Gobierno, a través del secretario de Trabajo, Julio Cordero, logró extender la negociación salarial de los colectiveros para evitar que la UTA se adhiera al último paro de la CGT, el 10 de abril último. Sin la adhesión de la UTA, la huelga general perdió fuerza. Pero ahora, sin la posibilidad de dictar una nueva conciliación, es necesario un acuerdo para evitar el conflicto.
“Los empresarios han ofrecido por los meses de febrero, marzo, abril, mayo y junio un incremento remunerativo de menos del 6% a pagarse a partir del mes de junio. Con ello se ofrecen sumas no remunerativas de $40.000 para el 26 de mayo; $50.000 el 16 de junio y $70.000 el 15 de julio. Una falta de respeto”, expresó la UTA en un comunicado. A Roberto Fernández, el jefe de los colectiveros, le incomoda el conflicto, pero en su entorno deslizaron que esta vez no le queda otro opción que la confrontación.