SANTA FE.- Conmoción en Ceres, ciudad santafecina próxima al límite con Santiago del Estero. Esta semana, el bullying escolar se cobró otra víctima. Se trata esta vez de una joven de 14 años, quien intentó quitarse la vida tras sufrir el constante asedio de sus compañeros.
A cinco días de lo sucedido, la menor está internada, prácticamente sin movimientos y los médicos preparan una una intervención quirúrgica en su columna.
Todo comenzó a precipitarse el viernes pasado. En horas de la madrugada, la adolescente recibió en su celular numerosos mensajes con fuertes amenazas porque sus compañeras de estudio la señalaban como responsable de denunciarlas en su seno familiar de acciones de acoso escolar o bullying, que podría provocar sanciones del establecimiento donde cursaban, la Escuela de Enseñanza Técnica 453 “Estanislao López”, instalada al norte de la céntrica avenida de Mayo de la ciudad.
Angustiada y presionada por dichas amenazas, la joven se arrojó al vacío desde 5,50 metros, cuando cruzaba la pasarela o puente que sortea las vías del ferrocarril Nuevo Central Argentino, en pleno centro de la ciudad de 20 mil habitantes.
La menor sufrió heridas graves en todo el cuerpo, principalmente en su columna. Los estudios médicos revelaron serias lesiones en por lo menos dos vértebras, por lo que está inmovilizada a la espera de una intervención quirúrgica.
Lo ocurrido causó una profunda conmoción que sacudió a los 20 mil habitantes de Ceres, ciudad situada a 270 kilómetros al noroeste de la capital provincial, a solo 10 kilómetros de la provincia de Santiago del Estero por la Ruta Nacional 34. Pero a la par, abrió una puerta que comienza a desnudar determinados comportamientos sociales, especialmente reflejados en la convivencia estudiantil en los establecimientos secundarios.
Los hechos comenzaron la noche previa al viernes 25 de abril. Por esas horas, la menor dialogó con sus padres (el hombre un trabajador rural y la mujer empleada doméstica) sobre algunos hechos que por entonces se comentaban ocurrían en el mencionado establecimiento educativo.
“Ella contó a medias lo que sucedía en la escuela. Algo nos comentó sobre el bullying que le hacían algunas compañeras. Con mi esposo le dijimos que no tuviera en cuenta esos insultos, que se dedicara a estudiar y que nos encargaríamos de hablar con las autoridades del establecimiento. Aceptó nuestro consejo y se fue a acostar. Ahora nos enteramos que esa noche no pudo dormir porque recibió una buena cantidad de amenazas de las compañeras que la acosaban. Le decían que si ella contaba lo que ocurría en la escuela habría sanciones y ella recibiría la represalia”, señaló a LA NACION la madre de la menor, Carolina Bobi.
Por la gravedad del caso, la menor fue trasladada a un centro médico de Tostado y luego se decidió la derivación al Hospital de Niños “Dr. Orlando Alassia” de la capital provincial.
“Recibimos a la menor, oriunda de Ceres, y los primeros estudios indicaron traumatismo de columna vertebral .Fue internada en la Sala de Cuidados Especiales del hospital. Se comprobó lesión vertebral y ligamentosa, con resguardos y sin compromisos neurológicos. Ahora, se aguarda contar con los elementos que se requieren para una intervención quirúrgica de estas características”, sostuvo el parte médico proporcionado ayer a LA NACION por el director del citado hospital, Pablo Ledesma.
El médico comentó que “el servicio de Salud Mental trabaja para dilucidar los motivos de esa decisión”.
Protesta en la escuela
Conocido el hecho, padres de alumnos de la escuela en la que cursa sus estudios la menor se manifestaron el lunes último frente al establecimiento educativo, portando carteles para solicitar que las autoridades intervengan para frenar las situaciones de bullying que habían trascendido en los últimos días.
La reacción también alcanzó dimensiones en las redes sociales, mientras en los últimos días un equipo socioeducativo perteneciente a la regional IX de Educación se reunió con directivos de la escuela para abordar las situaciones que habría provocado la decisión de la menor.
Muchos de los familiares de los alumnos del establecimiento coincidieron en señalar que las situaciones de agresión verbal y física se venían repitiendo desde hace tiempo, sin que las autoridades escolares hubiesen intervenido de manera efectiva.
“Esta situación viene pasando ya hace tiempo y la escuela nunca intervino cuando sucedían peleas, maltrato o agresiones verbales dentro del establecimiento”, apuntó un padre en la autoconvocada marcha hasta el establecimiento donde cursa la menor internada.