La vida de Jessica Zbinden-Webster, una joven trabajadora que vive en Londres, dio un giro de 180 grados a sus 26 años cuando se enteró de que tenía cáncer de piel. Al principio solo tenía una mancha debajo del ojo, pero no le dio demasiada importancia. Sin embargo, cuando se le hinchó, decidió ir a consultar al médico, aunque pensaba que se trataba solo de un orzuelo o un poro obstruido.
Lo cierto es que recibió el peor diagnóstico: tenía carcinoma de células basales, que es el tipo más común de cáncer de piel. “Pensé que la mancha debajo del ojo era un poro obstruido y luego un médico me dijo que era cáncer”, reveló al Daily Mail.
Jessica, que trabajaba en el área de comunicación de la Cámara de los Comunes del Parlamento del Reino Unido, tuvo que poner una pausa a todas sus obligaciones y dedicarse a cuidar de su salud. “En realidad se trataba de un tumor infiltrante y que, a pesar de parecer inofensivo en la superficie, estaba creciendo bajo mi piel como las raíces de un árbol”, contó la mujer al medio británico.
La joven explicó por qué no fue antes al médico: “Aun así lo minimicé porque, según mi desinformada comprensión, pensé que si una lesión no picaba ni dolía no podía ser dañina. Lo dejé de lado, pero la lesión persistió, empeoró y se hizo más grande. Ahora sé que eso no es verdad”.
El cáncer de piel se suele desarrollar en la piel expuesta al sol. Pero esta forma frecuente de cáncer también puede ocurrir en zonas de la piel que normalmente no están expuestas a la luz solar, advierte Mayo Clinic. El sitio especializado en salud informa que existen tres tipos principales de cáncer de piel: el carcinoma basocelular, el carcinoma espinocelular y el melanoma.
Además, el riesgo de padecer cáncer de piel se puede limitar o reducir al evitar la exposición a la radiación ultravioleta (también conocidos como rayos UV). Revisar la piel para detectar cambios sospechosos puede ayudar a detectar el cáncer de piel en sus estadios iniciales, por eso siempre hay que realizarse los chequeos médicos anuales. La detección temprana del cáncer de piel brinda la mayor probabilidad de que el tratamiento sea exitoso.
Finalmente, Jessica fue operada al poco tiempo de recibir el diagnóstico y el cirujano le extirpó todo el párpado inferior porque el tumor estaba muy extendido. Luego, corroboraron que no hubiera células cancerígenas en la piel que rodeaba al nódulo. Al día siguiente, le realizaron un injerto de piel porque había perdido mucho tejido. Los médicos decidieron sacarle piel de la parte interna del brazo para cubrir el agujero.
En 48 horas, pasó de tener un tumor canceroso en una zona muy precaria a estar completamente libre de cáncer. A partir de ese momento, decidió convertirse en una activista contra esta enfermedad, ya que se dio cuenta de que cuando ella era niña pasaba mucho tiempo jugando al aire libre y expuesta al sol.
“Ahora sé que una sola quemadura solar grave durante la infancia y la adolescencia puede duplicar las probabilidades de sufrir cáncer de piel en la edad adulta”, comentó al medio británico. Por eso, ahora insta al gobierno a reconsiderar los impuestos al protector solar como un “artículo de lujo” en una carta firmada por distintas figuras políticas.
En la carta se propone que darle fin al impuesto de lujo del 20% sobre el protector solar, ya que está sujeto al IVA por su importe total y está clasificado como un producto de lujo o cosmético a efectos fiscales. El objetivo es que el producto pueda ser más accesible para todos los ciudadanos y así, ayudar a prevenir la enfermedad.