Durante una conferencia de prensa celebrada en Arizona, el agente especial de la Oficina para el Control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF), Brendan Iber, recalcó que la instrucción que tienen de la administración de Donald Trump es aplicar “mano dura” para frenar el tráfico de armas de Estados Unidos a México.
Durante su intervención, Guadalupe Ramírez, director de Operaciones de Campo de la CBP, enfatizó que utilizarán todas las herramientas para evitar que las armas llegues a las “organizaciones terroristas designadas en México”
“El tráfico de armas y municiones destinadas al terrorismo no sólo es una violación fronteriza, sino un acto directo de apoyo al terrorismo que amenaza la seguridad nacional e internacional”, lanzó la funcionaria.
Los funcionarios recordaron que con la designación de organizaciones terroristas a los cárteles mexicanos se abre un abanico legal para presentar cargos más severos a quienes participan en actividades como el trasiego de drogas, tráfico de personas, lavado de dinero y venta de armas.
Ray Rede, agente especial adjunto a cargo de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional, recalcó que el tráfico de armas es, además de un delito grave, un crimen que alimenta la violencia en ambos lados de la frontera, por lo que llamó a mantener una estrecha coordinación entre las agencias de inteligencia y seguridad para desmantelar las redes detrás de la compra-venta de armas en Estados Unidos.
“Las alianzas que presenciamos hoy demuestran que estamos unidos para acabar con el tráfico de armas de fuego y la creciente amenaza que representan las Organizaciones Criminales Transnacionales (…) Las armas de fuego robadas y compradas a través de testaferros representan una amenaza sustancial
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