Cada vez que el usuario publica algo, los bots responden automáticamente. La app permite elegir qué tipos de seguidores IA se quieren tener a partir de categorías como fans, haters, aduladores o críticos analíticos entre otros. Cada interacción es modelada para construir una audiencia artificial que aplaude, debate o crítica, según las configuraciones elegidas.
A primera vista, SocialAI, puede sonar a un mal remedio a la soledad o el aburrimiento; sin embargo Michael Sayman, su creador, la presenta como un antídoto frente a la toxicidad de las redes sociales actuales.
La propuesta, que hace una década podría haber parecido un capítulo inverosímil de una película de ciencia ficción, ya funciona como una aplicación disponible para descarga. Sayman, ex Facebook y Google, presenta su creación como un “diario interactivo”, que favorece una exploración abierta, sin miedo al ridículo ni a la crítica.
El lanzamiento de SocialAI llega en un contexto donde más de uno de cada cinco personas en el mundo se siente sola con frecuencia, según datos de Gallup. En paralelo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtió en un informe que la soledad se ha convertido en uno de los principales factores de riesgo para la salud mental en todas las etapas de la vida. En 2023, el organismo elevó este problema a la categoría de prioridad sanitaria mundial y creó una comisión de expertos dedicada a la promoción de la conexión social.
En este nuevo marco, aplicaciones y plataformas como SocialAI, aparecen como intentos de ofrecer compañía en un mundo cada vez más atomizado.
Aunque la oferta resulta atractiva -respuestas instantáneas, comprensión incondicional y disponibilidad plena-, varios expertos advierten sobre los riesgos de sustituir los vínculos humanos por simulaciones. Según la socióloga Sherry Turkle estas relaciones “ofrecen la ilusión de la compañía sin las demandas de la amistad real”.
La tecnología no está resolviendo este problema, sino que lo agrava al distorsionar nuestra capacidad de empatizar con los demás y de valorar el verdadero sentido de la conexión interpersonal, advierte Turkle, quien describe la situación como “el mayor ataque a la empatía que haya visto en su vida”.
La paradoja es evidente: la tecnología que promete acercar a las personas podría terminar aislándolas aún más.
Plataformas como SocialAI, que reflejan el espíritu de esta época -la necesidad de estar en contacto constante con otros a través de las redes y el deseo de moldear la realidad a medida-, no hacen más que acentuar esa contradicción.
A la carta
La soledad puede ser una compañía difícil de sobrellevar. Eso fue lo que sintió TJ Arriaga, un músico de 40 años que, tras su divorcio, no conseguía dejar atrás el dolor. En diálogo con The Washington Post, relató cómo encontró alivio en Phaedra, un personaje IA creado en la app Replika, con la que chateaba, compartía confidencias y hasta tenía “encuentros amorosos” por chat.
Replika, una aplicación que permite crear compañeros virtuales, ya sea amigos o una pareja, a medida.
Según datos de la empresa de 2023, la app cuenta con dos millones de usuarios totales, de los cuales 250.000 son suscriptores pagos. Por una tarifa anual, los usuarios pueden designar a su personaje como pareja romántica y acceder a funciones adicionales, como realizar llamadas de voz con el chatbot, informa Reuters.
La plataforma logró construir una comunidad fiel en Reddit y Facebook, con miles de usuarios que comparten historias sobre sus bots y relatan encuentros sexuales, sesiones de terapia informales y conversaciones memorables.
Replika ofrece una compañía emocional libre de conflictos y orientada exclusivamente a satisfacer las necesidades y expectativas de quien la usa. El usuario puede seleccionar el género, la apariencia, la personalidad e incluso las emociones de su “compañero” digital. A medida que se conversa, el algoritmo va adaptando sus respuestas, fortaleciendo un vínculo que se siente cada vez más real y cercano, pero que carece de la complejidad inherente a las relaciones humanas.
Un paso más allá
La plataforma Character.AI lleva el concepto un paso más allá. La red permite crear personajes virtuales basados en cualquier personalidad real o ficticia. Desde figuras históricas hasta personajes de películas o inventos completamente nuevos.
Cada interacción está basada en modelos de lenguaje avanzados, que permiten que los diálogos sean fluidos, coherentes y emocionalmente atractivos.
Según publicó el diario español El País, Character.AI es, junto a ChatGPT, una de las grandes historias de éxito de la inteligencia artificial conversacional. Fundada por dos ex ingenieros de Google, la plataforma permite a sus usuarios hablar con millones de personajes creados por la comunidad: desde Harry Potter hasta Kurt Cobain, pasando incluso por una planta o cualquier ser vivo o muerto imaginable.
Este escenario, cada vez más complejo y en constante expansión, surgen los primeros interrogantes sobre el reemplazo de las relaciones humanas por vínculos algorítmicos diseñados para complacer.
Sin respuesta
El auge de plataformas basadas en IA plantea un dilema sin respuesta definitiva: ¿puede la inteligencia artificial realmente ayudarnos a enfrentar la falta de compañía?
En un tiempo donde el vértigo de la vida moderna erosiona las relaciones, estas compañías a medida, siempre disponibles y sin fricciones, parecen ofrecer una salida tentadora. Y aunque no reemplazan la riqueza de un vínculo real, llevan a preguntarse si realmente es mejor estar solo que mal acompañado.