Este lunes 5 de mayo de 2025, Álvaro Uribe se convirtió en el primer expresidente de Colombia en sentarse en el banquillo de un juzgado para enfrentar un juicio, acusado de los presuntos delitos de soborno a testigos, fraude procesal y soborno en actuación penal.
En su declaración juramenta, el exmandatario colombiano (2002-2010), negó las acusaciones en su contra relacionadas con el presunto soborno a exparamilitares a través de su exabogado, Diego Cadena.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Durante su intervención ante el Juzgado 44 Penal de Conocimiento, Uribe rechazó cualquier implicación en la manipulación de testigos, como se le ha imputado.
El expresidente sostuvo que las acusaciones de soborno, que involucran a testigos como Juan Guillermo Monsalve y Pablo Hernán Sierra, no tienen fundamento.
En su defensa, el líder natural del Centro Democrático afirmó que no sabía de ningún beneficio ofrecido a cambio de testimonios a su favor.
“Lo único que he buscado es verificar las muchas informaciones que me han llegado sobre las visitas del senador Cepeda a las cárceles para ofrecer beneficios a cambio de que me acusara. Nunca se me había ocurrido, señora juez, nunca se me había ocurrido ir a buscar testigos para algo distinto a verificar hechos“, aseveró Uribe.
Álvaro Uribe también destacó el periodo de tiempo entre las declaraciones de los testigos, las cuales, según la fiscalía, fueron obtenidas mediante sobornos. Las declaraciones de Monsalve y Sierra, quienes lo implicaron, datan de 2011.
Sin embargo, Uribe señaló que entre 2011 y 2018, cuando no hubo acciones legales relacionadas con esos testimonios, no realizó ningún tipo de intento de manipulación, lo que, según su defensa, prueba la inexistencia de su participación en los hechos.
El expresidente también abordó el caso de Pablo Hernán Sierra, quien en una entrevista con la Fiscalía declaró que las acusaciones contra él y su hermano eran simples “rumores”. Uribe citó esta declaración como prueba de que las imputaciones carecían de base.
Exministro Andrés Felipe Arias
En su declaración, el expresidente Álvaro Uribe aseguró que el exministro Andrés Felipe Arias, condenado a prisión por la justicia, le informó desde Miami que las acusaciones contra su hermano (Santiago Uribe) era por una supuesta venganza por la extradición de doce paramilitares.
“Me dijo el doctor Francisco Noguera, cónsul del gobierno nuestro en Nueva York, que el doctor Cepeda había ido a visitar a los paramilitares extraditados. Me llamó la atención. Dije, si eran los enemigos, entonces los enemigos de la víspera son ahora sus contertulios en las cárceles de Estados Unidos”, aseveró Uribe.
Juan Guillermo Monsalve
Ante los testimonios del exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, testigo clave en este juicio, el expresidente negó conocerlo, asegurando que solo lo conoció cuando varios medios de comunicación dieron a conocer la entrevista entre el exparamilitar y el senador Iván Cepeda, que para ese tiempo era representante a la Cámara.
“Lo conocí cuando los medios de comunicación publicitaron ampliamente la entrevista que él le dio al senador Iván Cepeda, acusado a mi hermano y a mí de promotores de grupos paramilitares”, aseveró Uribe.
El líder natural del Centro Democrático precisó que “nunca lo he conocido (Juan Guillermo Monsalve), lo vine a conocer cuando vino aquí al juicio”.
Cuando fue preguntado por Jaime Granados, abogado defensor de Álvaro Uribe, que si tenía conocimiento de una carta por parte del exparamilitar cuando fungía como presidente de Colombia para cambiarlo de reclusión, el también exsenador aseguró no recordarlo.
“No lo recuerdo. (..) Todos esos correos llegaban a la Presidencia, pero que llegara a mis manos, no recuerdo”, indicó Uribe, aseverando que en caso de haber conocido el documento, lo habría mandado a la Fiscalía General de la Nación para llevar a cabo el proceso correspondientes.
Álvaro Uribe aseguró en su declaración juramentada que las declaraciones que realizó Juan Guillermo Monsalve han incurrido en varias contradicciones, especialmente con las que hace referencia la hacienda Guacharacas, ubicada en Antioquia.
El exmandatario colombiano (2002-2010) aseguró que la familia Uribe tuvo que vender la hacienda por la violencia que se vivía en esos años, que llevó a la muerte de su padre (Alberto Uribe Sierra) en 1983.