Madrid, 5 may (EFECOM).- El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha asegurado este lunes que ha recibido muchas presiones, algunas del Gobierno, para no presentarse a la reelección a la patronal de las pymes, algo que ha dicho que hará «por responsabilidad»: «Mis principios obligan».
Durante su intervención en un encuentro de Nueva Economía Fórum, Cuerva ha defendido su gestión al frente de Cepyme durante los últimos cuatro años comenzando por distinguir entre neutralidad política y neutralidad ideológica, después de que el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, haya intentando quitarle de su puesto por su beligerancia política, entre otras cosas.
En este sentido, ha asegurado que ha recibido muchas presiones para que no se presentara, muchas de ellas del Gobierno, pero la primera fue la lanzada por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.
Y se ha mostrado dispuesto a «seguir con el viaje que inició hace cuatro años», por lo que ha pedido a las organizaciones que voten «en conciencia, de forma secreta y personal» y que depositen su confianza «en aquella Cepyme/CEOE que queráis para el futuro».
Ha dejado claro que «lleva el mundo asociativo en la sangre» y que «su trabajo siempre estará del lado de la pyme», sea cual sea el resultado de las elecciones, en las que se enfrenta a la presidenta de CEOE Valladolid, Ángela de Miguel, apoyada por Garamendi.
Y una vez pase la jornada electoral, «si ganas o si pierdes, cerrar filas», ha dicho.
Cuerva ha defendido que las organizaciones empresariales deben ser apolíticas, pero ha afirmado que «se niega a aceptar» la neutralidad ideológica porque supone «una dejación y traición a las empresas».
«Entre la libertad de empresa y la sumisión, yo elijo la libertad de empresa», ha dicho Cuerva, quien dice que defiende a la pyme «sin complejos».
Lo ha asegurado después de que le presentara la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que ha elogiado por su defensa de la libertad de empresa, ideología que comparte Cepyme, «el último bastión» en la salvaguarda de la libertad de empresa, la libertad de mercado y la no intervención.
Cuerva ha destacado que las empresas españolas se enfrentan «al Gobierno más hostil de las últimas décadas», al que ha acusado de querer politizar las organizaciones empresariales, tras dar entrada a la patronal catalana de las pymes (Pimec) en la comisión consultiva de convenios y en el Consejo Económico y Social tras los acuerdos cerrados con Junts.
«Por eso no puedo entender que haya quien haya considerado que este era un buen momento para abrir una brecha en CEOE», ha dicho en alusión a Garamendi, cuya decisión de «optar públicamente por la división» de la patronal cree que ha sido aprovechada por el Gobierno para aprobar reducción de jornada, que pasará mañana por el Consejo de Ministros.
Ayuso también se ha referido a esta iniciativa como un «durísimo golpe a la competitividad de las pymes», que se ha puesto en marcha «por puro electoralismo sectarismo, sin saber lo que significa una pyme».
Para Cuerva, la norma «adolece de la básica memoria económica» y sólo se pone sobre la mesa «por intereses políticos y cortoplacistas», porque se trata de una ley «lesiva para el tejido económico y principalmente para la pyme».
A su juicio, la aprobación de la ley estaba en «stand-by» por la presión ejercida por las empresas, cuyo malestar fue canalizado por Cepyme en un manifiesto a favor de la libertad de empresas «que concitó el apoyo unánime de todas las organizaciones empresariales».
«El de todas, menos una, nuestra hermana mayor CEOE», ha subrayado Cuerva, que ha añadido que «la división del tejido empresarial nos debilita y da fuerza a los enemigos de la empresa». EFECOM