Si un amigo suyo le dijera: “Muero por viajar a Nueva York, pero no puedo porque no tengo pesos para comprar dólares, sino que tengo… dólares”, usted, ¿qué le respondería? Lo mismo que yo: “Razoná y viajá con tus dólares”.
Notable cantidad de periodistas razonan como si los argentinos sólo tuviéramos dólares no declarados ante ARCA. Los argentinos tenemos dólares blancos, azules, negros, etc., todos “verdes” obviamente. Aquí y ahora la prioridad debería ser que los argentinos que tiene dólares blancos, porque nunca evadieron, o porque ya blanquearon, puedan comprar bienes antes de que lo hagan quienes todavía los tienen en negro. Porque implicaría premiar los mejores comportamientos.
Digresión: si los dólares están en una cuenta en la Argentina, en una cuenta en el exterior, en el colchón o enterrados en el jardín de su casa, es una cuestión geográfica. La clave está en si están dentro o fuera del sistema económico. Lo que ocurre es que hay 2 sistemas o, mejor dicho, 2 instituciones públicas que pueden generar temor. ARCA, es decir, la autoridad fiscal, y el BCRA, en otros términos, la autoridad monetaria. Una persona puede tener dólares declarados ante ARCA, en una caja de seguridad, porque le teme al BCRA. La historia, una vez más, juega en contra, pero es la historia.
Con lo que tenemos que terminar es con un par de obstáculos al uso indistinto de los pesos y los dólares. Uno legal, y otro “cultural”. Sobre el primero, por favor, abogados, identifiquen las razones por las cuales los dólares y los pesos no se puede utilizar como lo que son, monedas alternativas.
Tradicionalmente utilizamos los pesos para transar y los dólares atesorar y hubo muy buenas razones para ello. Es más, deslumbramos a parientes y amigos citando a Thomas Gresham, quien hace ya varios siglos dijo que “la moneda mala desplaza a la buena”. Ningún problema, pero que alguien no incurra en un gasto o aproveche una oportunidad de negocio porque cree que, aquí y ahora, los dólares sólo sirven para atesorar, adopta decisiones sobre la base de malos diagnósticos.
Démosles prioridad, como digo, a los dólares blancos para que los contribuyentes más cumplidores puedan comprar más baratos algunos activos, antes de que sume la demanda generada por dólares azules o negros, sobre los cuales no sé qué genialidad se le va a ocurrir al Poder Ejecutivo Nacional.