El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha acusado a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, de ser el «árbitro comprado» en la Cámara Baja porque, a su juicio, actúa para servir a los «intereses» del PSOE y del presidente Pedro Sánchez.
«(Armengol) es el árbitro comprado, es la (José María Enríquez) Negreira de la política que sirve a los intereses de una parte en detrimento del interés general», ha censurado en una rueda de prensa este martes desde el Congreso.
Tellado ha recordado que la presidenta del Congreso es la tercera autoridad del Estado y su función es «arbitrar» los debates de la Cámara Baja y tramitar las leyes que remite el Senado «le guste o no», sin embargo, a su juicio, lo que hace Armengol es «opinar» y «saltarse sus obligaciones de forma continuada».
En palabras de Tellado, lo que debería hacer la dirigente socialista es «abrir el enorme arcón congelador que tiene en su despacho» en el que tiene «bloqueadas» hasta 26 leyes porque «sabe que puede haber acuerdos sobre todas ellas para ser aprobadas y que de ser aprobadas supondría un disgusto para el Gobierno al que ella defiende».
ESTÁ PREOCUPADA POR SU CARRERA EN EL PSOE
A su juicio, es «muy grave» que la presidenta de la Cámara «abuse» de sus prerrogativas como presidenta del Congreso en «beneficio de su partido y de Pedro Sánchez». «Es el estilo del sanchismo, impedir debates y votaciones», ha incidido.
El dirigente ‘popular’ considera que Armengol es la «peor presidenta» que podría tener la Cámara Baja porque con ella la «democracia está secuestrada y se pervierte a gusto del Gobierno» porque solo le preocupa, según Tellado, «su carrera en el PSOE y en las Islas Baleares». «Esto no es el trampolín para nadie, esto es la sede de la soberanía nacional», ha advertido.
Estas palabras del portavoz del PP llegan después de que este lunes, la presidenta Armengol protagonizase un desayuno en el Ateneo de Madrid y en él advirtiese al Senado de que intentar «contraponer» las actividades del Congreso es «tiempo perdido».
Asimismo, durante su intervención aprovechó para responder a las críticas de algunos grupos parlamentarios, entre ellos el PP, por bloquear la tramitación parlamentaria de sus propuestas enviándolas a lo que denominan el «congelador» del Congreso.
«No ha habido ninguna Mesa en el Congreso que no aplazara las enmiendas según la conveniencia de cómo va a ir la tramitación legislativa», ha sostenido, al tiempo que ha defendido estas prórrogas de enmiendas como una estrategia para ganar tiempo para llegar a acuerdos con los grupos parlamentarios.
