Afincada en Monterrey desde mediados del año pasado, cuando su marido Martín Demichelis asumió la dirección técnica de los Rayados, Evangelina Anderson fue de a poco incorporando rutinas a su vida cotidiana. La pareja se mudó con sus hijas Lola y Emma, ya que el varón, Bastian, permanece en Buenos Aires jugando en las inferiores de River, con algunas actividades personales. Y a medida que fue pasando el tiempo, se encuentran más a gusto en la ciudad azteca.
Ahora, la jurado de Los 8 escalones se animó a probar una disciplina en la que se destaca la mayor de sus hijas: la equitación. Hace unas semanas, la habían acompañado con Micho a un certamen ecuestre y ahora fue ella misma la que se calzó el traje de amazona para montar un caballo y conectar desde otro lugar con la niña de 12 años.
Con la ropa adecuada y el casco reglamentario para protección, Evangelina se lanzó al picadero del Club Hípico de Monterrey, seguida de cerca por un instructor que guiaba sus pasos. Concentrada en cada uno de sus movimientos, se permitió una sonrisa a cámara para aflojar las tensiones.
De a poco fue ganando en confianza y se animó a un trote a velocidad media, que derivó en los aplausos y el reconocimiento de quienes la acompañaban. Bromas, sonrisas, complicidad y una tarde bajo el sol para engordar el álbum de recuerdos.
A principios de abril, Evangelina y Martín no pudieron disimular su emoción cuando acompañaron a su hija Lola, de 12 años, durante una jornada que quedará grabada en la memoria familiar. La ocasión fue el Concurso Hípico Internacional de Monterrey, una competencia de alto nivel que reunió a jóvenes promesas de la equitación en uno de los clubes más selectos de México.
Desde su llegada al país hace nueve meses, la familia ha abrazado con entusiasmo su nueva rutina. Este certamen ecuestre evidenció esa integración, que se traslada a las actividades recreativas y escolares de las niñas. Como suele hacer, Evangelina documentó en sus redes sociales cada instante de la participación de su hija, compartiendo con sus más de dos millones de seguidores imágenes del evento.
En las gradas, tanto ella como Micho siguieron con atención la actuación de Lola, quien montó a su caballo Chocolate con una madurez sorprendente para su edad. La joven sorteó los obstáculos del circuito con aplomo y precisión, lo que le valió un reconocimiento especial por parte del jurado. “¡Grande mi Lolucha!”, escribió Evangelina en una historia de Instagram, junto a una imagen en la que su hija exhibe el premio con una sonrisa discreta, pero llena de orgullo.
Más allá del resultado deportivo, la jornada tuvo también momentos de distensión y afecto. En otra publicación, Evangelina mostró una imagen familiar junto a amigos, en la que puede verse a Lola con la medalla colgando del cuello y a Martín con una expresión serena, reflejo de un padre que presencia el inicio del camino propio de su hija.
La semana pasada, Anderson hizo un viaje express a Buenos Aires para estar presente en el cumpleaños 16 de Bastian. El adolescente forma parte de las inferiores de River Plate, donde sigue los pasos de su padre y comparte plantel con Valentino López, el hijo de Wanda Nara y Maxi López. Actualmente, el plantel juvenil del Millonario se encuentra disputando un certamen en Brasil y las madres siguen con orgullo y emoción los logros de sus hijos.
