Quito, 8 may (EFE).- Un hombre fue condenado a 26 años de cárcel en Ecuador por feminicidio al ser hallado culpable del asesinato de la madre de su exnovia con un arma blanca, según reportó este jueves en un comunicado la Fiscalía General del Estado.
La Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Imbabura, provincia situada en el norte de los Andes ecuatorianos, aceptó el recurso de apelación presentado por la Fiscalía y rectificó la sentencia de primera instancia que había condenado al agresor por asesinato, en lugar de feminicidio.
Durante la audiencia de apelación, el Ministerio Público indicó que a lo largo del juicio había presentado elementos probatorios contundentes que demostraban la responsabilidad penal del atacante y la existencia del delito de feminicidio, al basarse en dos pericias antropológicas con perspectiva de género.
Entre esas pruebas estaba la extracción de información del celular del procesado, en el que se evidenció que sometía a su exnovia.
En su dictamen, los jueces especificaron que «el femicidio por conexión se presenta cuando una mujer es asesinada ‘en la línea de fuego’ de un hombre que intenta o mata a otra mujer».
«Puede tratarse de una amiga, una pariente de la víctima, madre, hija u otra (…). En otras palabras, este es el caso de niñas o mujeres que trataron de intervenir en el ataque, pero que fueron víctimas de la acción del agresor», indicaron los magistrados.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 24 de junio de 2023 en la comunidad indígena Morales Chupa, parte del pueblo originario kichwa.
El ahora condenado ingresó al domicilio de su exnovia, aparentemente para hablar con ella, pero esta se negó y le pidió que se fuera. Sin embargo, él sacó un frasco de su bolsillo y se aplicó un líquido en la mano para taparle la boca y la nariz.
Tras un forcejeo, trató de asfixiarla con una almohada y luego le arrojó el líquido en la cara. Ella trató de gritar y pedir ayuda, pero no pudo.
Al escuchar el alboroto, la madre de la joven entró al dormitorio y pidió a su hija que fuera a pedir ayuda a su tía, quien vivía cerca.
En el camino, la joven escuchó los gritos de su madre y, al regresar, la encontró parada en la puerta con una herida en el cuello de arma cortante causada, según ella, por el exnovio, lo que le provocó la muerte minutos más tarde. El agresor huyó, pero fue aprehendido horas después.
Como parte de la reparación integral, y dado que la víctima y sus familiares son indígenas, se dispuso que la sentencia sea traducida al idioma kichwa.
Esto se hizo con el fin de garantizar el acceso a la justicia de manera intercultural e inclusiva. Además, se ordenó que el fallo sea leído en la asamblea de la comunidad de Morales Chupa.
Según datos de la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (ALDEA), en 2024 en Ecuador se registraron 274 víctimas de feminicidios, quienes dejaron a 131 niños, niñas y adolescentes en la orfandad. EFE