Al menos cuatro migrantes han muerto después de que la embarcación en la que intentaban llegar a las costas de Italia quedase a la deriva en el mar Mediterráneo, según la ONG Resqship, que ha identificado a dos de las víctimas como niños de tres y cuatro años de edad.
La operación tuvo lugar el sábado, cuando el barco de la ONG, ‘Nadir’, procedió a evacuar a 62 personas que se encontraban sobre una embarcación hinchable al sur de la isla de Lampedusa. Acudieron tras recibir un aviso por radio de una aeronave de Frontex y, al llegar, se encontraron con los dos niños ya sin vida y varias personas en estado crítico, una de las cuales no pudo tampoco sobrevivir.
Los migrantes habían partido tres días antes desde Libia pero el motor falló en cuestión de horas. Una de las trabajadoras médicas a bordo del ‘Nadir’, Rania, ha explicado en un comunicado que los niños habían perecido el día previo al rescate, «probablemente de sed».
Además, según los supervivientes, una cuarta persona ya se había ahogado el día anterior al caer por la borda. Otros de los migrantes presentan graves quemaduras fruto de una mezcla entre combustible y agua salada, ha explicado una médica, Hannah, que ha advertido de que las mujeres son las más afectadas porque estaban sentadas dentro de la zodiac, donde se acumula el líquido.
El ‘Nadir’ finalmente ha llevado de madrugada a los migrantes a la isla de Lampedusa, donde los tres cadáveres han quedado a disposición de las autoridades. La ONG ha lamentado en un comunicado que «esta tragedia podría haberse evitado» y la considera «otro ejemplo del fracaso de las políticas migratorias europeas».
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que unas 380 personas han muerto o desaparecido en lo que va de año en aguas del Mediterráneo central, donde ya han muerto cerca de 24.900 migrantes desde 2014.