Históricamente, la industria del entretenimiento solía medir un éxito a partir de parámetros cuantitativos muy claros. Y en algunos casos sigue funcionando así: las entradas vendidas de una película, una obra de teatro o el rating de la TV abierta y de cable son los indicios claros del suceso o fracaso comercial de una propuesta artística.
Por supuesto que no son los únicos y para muchos ni siquiera son los de mayor importancia frente a las ponderaciones de calidad de los proyectos, su creatividad y originalidad. Sin embargo, cuando se trata de contenidos de ficción televisiva la separación entre logro artístico y éxito comercial no es tan clara ni estática. Un buen resultado en términos de medición de audiencia sin dudas afecta el modo en que ese ciclo es recibido por los espectadores y al mismo tiempo las críticas profesionales y el boca a boca positivo influyen en la cantidad de público que se acerca al programa. Claro que en tiempos de plataformas de streaming la definición de lo que constituye un fenómeno ya no puede evaluarse como antaño. Y así se llega al furor de Netflix del momento: El Eternauta.
Que la serie basada en la novela gráfica creada Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López marca un antes y después en el alcance de lo que es posible producir en la Argentina no está en discusión pero cuando se trata de su condición de fenómeno de público sus parámetros numéricos no cuentan toda la historia e incluso tienden a ser un poco más opacos. De hecho lo son para todas las series estrenadas en plataformas. Es que al no contar con mediciones de rating externas-como sí existen en los Estados Unidos dónde la consultora Nielsen se encarga de elaborarlas-, los únicos puntos de referencia son las cifras que elaboran y difunden las las propias plataformas. En el caso de Netflix desde 2023 el cálculo, según figura en su página, contempla las horas vistas de una película o serie divididas por la duración de cada film o episodio. Los resultados de esa ecuación se difunden semestralmente aunque también se usan para elaborar la lista de los top 10 que figuran en la plataforma y se actualizan semanalmente.
“Como siempre dijimos no hay una métrica perfecta en lo que respecta al streaming pero creemos que esta fórmula es la mejor hasta ahora”, anunció Netflix en junio de 2023 cuando implementó este sistema al tiempo que la industria empezaba a poner mayor énfasis en el engagement, es decir el vínculo que los espectadores establecen con un programa cuyo nivel se evalúa por la interacción constante sobre todo en redes y la empatía con sus valores y mensajes. Bajo esos términos, más allá de las cifras y los rankings difundidos hasta ahora, El Eternauta es un fenómeno irrefutable, el más contundente de los producidos para la plataforma en la Argentina.
Si, haberse convertido en la serie de habla no inglesa más vista en Netflix en su primera semana disponible en todo el mundo-con cartel en Times Square incluido-, es un logro notable pero también lo es que la edición de la novela gráfica que se vendía en la Feria del libro se haya agotado en todos los stands que la ofrecían y que sucediera lo mismo en las librerías de todo el país. Y, más allá de las derivas de la ficción, la presencia de la obra de Oesterheld en el centro de la escena pública habilitó a repasar la trágica historia de su familia diezmada por los secuestros del autor y sus cuatro hijas durante la dictadura militar y la apropiación de dos de sus nietos. La difusión sumó una consecuencia inesperada: según informaron desde la institución desde el estreno de la serie en Abuelas de Plaza de Mayo se sextuplicaron las consultas de personas que tienen dudas sobre su identidad.
Lo cierto es que el mayor indicador del impacto de la serie es su alcance transgeneracional. Están quienes conocían la historieta de su infancia, aquellos que sabían la historia de los Oesterheld y a ellos se sumaron los espectadores jóvenes que aficionados a los relatos de ciencia ficción mayormente producidos en Hollywood ahora encontraron una opción local y profundamente argentina para admirar. Al menos unos 300 de esos nuevos fanáticos se agolparon el viernes a la noche en la sala Victoria Ocampo en el pabellón blanco de la Feria del libro para participar de la charla sobre El Eternauta que brindaron Bruno Stagnaro, el director y showrunner de la serie, Leticia Cristi, productora, Martín M. Oesterheld (consultor creativo y nieto del autor y Francisco Ramos, vicepresidente de contenido para Netflix Latinoamérica.
Con capacidad para 250 personas, casi media hora antes del comienzo del encuentro la sala rebosaba de jóvenes que no querían quedarse afuera de la charla. Eventualmente, con la capacidad colmada, muchos eligieron escucharla sentados en los pasillos del pabellón. Hasta allí llegaron las ovaciones que recibieron todos los panelistas pero especialmente Stagnaro. “Con El Eternauta la Argentina ganó el mundial de las series”, bromeó Ramos a tono con el espíritu futbolero de los festejos tras plantear que lo más impresionante de todo el fenómeno fue para él “cómo se entreteje lo que pasa en la ficción con la gente joven en la calle”.
Recreamos una escena de El Eternauta en Barrancas de Belgrano y lo dimos todo 💅🏼 pic.twitter.com/IHEu4JdmPh
— CheNetflix (@CheNetflix) May 11, 2025
Lo que quedó demostrado ayer cuando una muchedumbre se acercó a la glorieta ubicada en Barrancas de Belgrano, escenario de los momentos decisivos de la primera temporada de la serie, convocados por Netflix a través de las redes. En la esquina de 11 de septiembre y Echeverría familias paseantes, vecinos curiosos sobre la vereda y en sus balcones y algunos declarados fanáticos vistiendo su versión del traje de Juan Salvo, el personaje central de la trama que interpreta Ricardo Darín, miraban bañados por luces rojas y azules y al ritmo de la inquietante banda de sonido del programa, una puesta en escena que incluía a los gigantescos nidos de los monstruos de la ficción-los cascarudos de la historieta-, en plena ciudad. Pasando entre la gente que levantaba sus teléfonos para captar la instalación, los vendedores ambulantes ofrecían pósters con la imagen de Darín como El Eternauta, quizás la medida más contundente del alcance de una ficción que comenzó en el streaming y a poco más de diez días de su estreno ya es un fenómeno popular.