Jack es un perro de pelaje negro que compartió toda su vida con su dueño Ryan Dyer, a quien conoció cuando éste tenía apenas 12 años de edad. Desde cachorro se convirtió en el compañero de aventuras de él y juntos lograron crear innumerables recuerdos durante casi 20 años, pero uno que sin duda vivirá para siempre en su corazón es su último evento significativo: la boda de su amigo antes de cruzar el arcoiris.
El canino vivió con Dyer desde 2006, cada día era especial para él y sus actividades favoritas eran dormir junto a la piscina, jugar a las luchas con su hermana peluda Charlie y pasear junto a su propietario por los humedales de Australia. Jack amaba convivir todo el tiempo con el niño que lo adoptó, desde entonces crecieron juntos, vivieron la adolescencia de cada uno y celebraron cada logro.
Ryan Dyer y su novia Lib decidieron vivir juntos en 2019, después de haber creado un gran vínculo. El perro estuvo a su lado y aceptó rápidamente a la pareja de su mejor al grado de convertirse en una familia inquebrantable.
El dueño compartió en entrevista para la revista digital The Dodo que su “mejor amigo” aceptó a su pareja de inmediato y ella se convirtió en una parte fundamental de la vida de su mascota. Aunque la edad comenzaba aquejar la vida del animal, durante su vejez tuvo múltiples aventuras y sus dueños querían que su compañero los viera casarse antes de partir del mundo terrenal.
Un gran regalo de vida
La historia de Jack, Ryan Dyer y Lib se hizo viral en Instagram después de la publicación del camarógrafo de su boda, Jamie Ross. El hombre conmovido por la historia, compartió un video donde está la pareja cargando al perro y en la descripción contó el evento que tocó su corazón.
“No suelo emocionarme en las bodas últimamente, pero esta historia me conmovió”, escribió Ross. “Cuando llegue el día de la boda, me di cuenta de inmediato de lo mucho que Jack significaba para Ryan y Lib y sabía que tenía que capturar todo lo que pudiera”, agregó.
De acuerdo con información de The Dodo, Dyer le propuso matrimonio a Lib en marzo del año pasado y desde un inicio querían incluir a su compañero peludo en la boda, sin embargo, a medida de que se acercaba la fecha pactada la salud de Jack empezó a deteriorarse.
La movilidad del perro comenzó a disminuir, necesitaba ayuda de un carrito para poder trasladarlo de un lugar a otro y aunque parecía difícil que llegara a la ceremonia, redoblaron los esfuerzos en su cuidado.
Los dueños de Jack integraron a su amigo en cada momento de la celebración. Su carrito se colocó junto a los padrinos durante la ceremonia, durante la fiesta los invitados se acercaron a él para darle cariños, instalaron una cama en la recepción y un bara donde las personas podían darle premios.
El adiós más difícil
A los pocos días de que Ryan Dyer y Lib contrajeron matrimonio, Jack cruzó el puente de arcoíris después de una serie de convulsiones y sus dueños tuvieron que despedirse de él. “Planificar su despedida fue, sinceramente, lo más difícil que hemos tenido que hacer. Tuvimos mucha suerte de que aguantar y llegara a nuestro gran día para celebrar con nosotros”, comentó el dueño a The Dodo.
A pesar del dolor por la ausencia de su mejor amigo, la familia está reconfortada al ver la sesión de fotos de su boda, donde se ve a Jack sonriendo y disfrutando de la compañía de sus dueños.
“Nos encantan muchísimo porque tiene una sonrisa muy feliz”, comentó Dyer respecto a las fotos.
En su post de despedida en Instagram, Ryan aseguró que vivir esta nueva etapa de su vida sin él va a ser muy difícil, pero que su perro puede estar seguro que siempre va a estar viviendo en sus corazones. El dueño aprovechó su publicación para agradecer lo mucho que aportó su mejor amigo a lo largo de su vida, pues 19 años de historias, aventuras y sonrisas serán una muestra de gratitud.
“Estoy increíblemente agradecido por el tiempo que tuvimos, pero nunca va a ser suficiente. Descansa tranquilo, nuestro mejor amigo para siempre”, concluyó.