Empresarios de la industria pesquera volvieron a cargar contra el Gobierno nacional y alertaron una «profunda crisis» en el sector que podría llevar a las empresas a la quiebra.

En las últimas horas, la industria pesquera argentina alertó que el sector atraviesa una situación crítica que amenaza con llevar a la quiebra a numerosas empresas, por la combinación de altos costos operativos, caída en las exportaciones, marco laboral desactualizado y condiciones cambiarias desfavorables que las aqueja.
De acuerdo al escrito firmado por las distintas cámaras que representan a la industria pesquera, el mencionado escenario hizo que la actividad deje de ser rentable para los empresarios, y que muchos barcos permanezcan amarrados sin salir a pescar desde mediados de marzo.
Por eso, nueve cámaras empresariales de la industria pesquera emitieron un comunicado conjunto en el que señalaron que “la combinación de altos costos de producción y la distorsión en los acuerdos sindicales llevó al sector a un escenario de quebranto inminente”, que según sus palabras es reversible.
En ese contexto, los empresarios le pidieron al Gobierno nacional de Javier Milei y a los sindicatos que representan a los trabajadores del área pesquera la constitución de una “mesa de diálogo multisectorial”, con el objetivo de renegociar acuerdos laborales en condiciones de equidad y revisar mecanismos que permitan sostener el empleo, mejorar la productividad y garantizar la sustentabilidad ambiental.

- La industria pesquera denunció “impuestos excesivos” al sector
En tanto, el comunicado de los empresarios de la industria pesquera advirtieron que la temporada de captura de langostino, principal producto de exportación del sector, comenzó en marzo, aunque muchos decidieron no salir a pescar debido a que no pueden afrontar los costos de las embarcaciones y fundamentalmente los laborales, que consideran excesivos.
En ese sentido, las cámaras de la industria pesquera afirman que la situación de la industria “viene deteriorándose desde hace meses”, y que ya le habían advertido al Ejecutivo por una “carga impositiva asfixiante”, un tipo de cambio desfavorable para exportar, una baja en los precios internacionales y un marco laboral que consideran “desfasado”.
Es que, en 2024, el sector pesquero exportó por 1.981 millones de dólares, de los cuales unos 600 millones correspondieron a ventas de langostinos a los mercados de España y China. Sin embargo, la demanda internacional cayó y con ella los precios, lo que agravó los problemas de competitividad que ya enfrentaba la industria por la apreciación del peso argentino frente al dólar.
Este fenómeno impactó de lleno en toda la industria pesquera manufacturera exportadora y, particularmente, en la pesca, donde los márgenes de rentabilidad son sensibles a la cotización de la divisa, por lo que las cámaras recordaron que el sector genera más de 46.000 empleos directos y 100.000 indirectos, y que una paralización prolongada de la actividad no solo pone en riesgo la continuidad de muchas empresas, sino también la estabilidad laboral de miles de trabajadores.

“Sin políticas que acompañen esta vocación productiva y exportadora, el sector de la industria pesquera se encamina hacia una crisis sin precedentes”, concluyeron las entidades en su reclamo al Gobierno nacional de Milei.
La industria pesquera denunció “impuestos excesivos” al sector
Es preciso mencionar que, a principios de este año, las cámaras empresariales de la industria pesquera emitieron un duro comunicado dirigido al Gobierno nacional de Milei, en el que le exigían a la administración libertaria que incluya a la pesca en el grupo de economías regionales, con el objetivo de obtener los beneficios que el Decreto 38/2025 le otorgó a los agropecuarios.
“A la industria pesquera se le aumentó el impuesto por extracción, es decir, no sólo que no nos quitaron ningún tributo, sino que nos agregaron nuevos”, describieron los trabajadores de Mar del Plata, que aseguran que algunos sectores tienen “rentabilidad negativa” y que las pesquerías están “con dificultad” para operar.
Por eso, en un comunicado firmado por la Cámara Pesquera Argentina, la Cámara de Empresas de Pesca del Golfo San Jorge, la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera y Fresquera, la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca, la Cámara de Armadores de Buques Pesqueros de Altura, y la Unión de Intereses Pesqueros Argentinos, explicaron que la situación de crisis fue provocada por “una compleja combinación de factores”.

Ya en enero, las cámaras empresarias destacaron el incremento de todos los costos en dólares de la cadena productiva, la caída de los precios internacionales, la devaluación del real, la nula apreciación a la moneda argentina, el incremento de una carga tributaria que “ya era asfixiante”, y una “excesiva regulación” en las medidas de manejo de las pesquerías como los principales problemas del sector.
En última instancia, las cámaras que representan a la industria pesquera advirtieron que la pesca fresquera “no puede seguir operando indefinidamente” en situación de quebranto y desigualdad ante aquellos que lo hacen de manera ilegal, y enfatizaron que si el Gobierno nacional no actuaba, comenzarían a padecer “situaciones irreversibles”.