Arman una campaña para reunir juguetes para los chicos que perdieron todo en el temporal de Bahía Blanca: “Los necesitan

admin

Anita tiene 10 años y el 7 de marzo pasado le envió a su psicóloga Claudia Amigo una foto del agua en su habitación mientras se resguardaba arriba de la cama y le escribió: “Tranquila, ya va a pasar”. Sin embargo la nena, que poco después fue evacuada de su casa, no solo perdió sus cuentos, sus juguetes, los útiles escolares y el placard con toda su ropa, sino que después le contó a su terapeuta que “tenía mucho miedo de que sus padres se ahogaran”.

Esto ocurrió durante el trágico temporal que dejó un saldo tristísimo de 18 personas muertas, 270 mil afectadas y graves daños materiales en Bahía Blanca. Pero además, muchos chicos como Anita perdieron todas sus pertenencias preciadas. Por eso, la ONG Aralma puso en marcha la campaña “Un juguete, un abrazo”. La idea es reunir donaciones de juguetes, algo tan importante no solo para recuperar el juego y el disfrute, sino también como una herramienta fundamental para elaborar lo vivido y encontrar consuelo, explican psicólogos que analizan el trauma que vivieron.

“Son necesarios para sanar”

Claudia Amigo relata que otro de sus pacientes, de 5 años, quedó con pánico y tiembla, llora y grita cada vez que escucha caer las primeras gotas. “El nene asocia la lluvia con la inundación porque vivió una situación límite. Como él, hay muchos chicos que fueron rescatados de techos, que sufrieron hipotermia y que tuvieron miedo de ahogarse y de que sus familiares se ahogaran”, explica la doctora en Psicología que forma parte de las filiales de la Asociación Argentina de Salud Mental y el Consejo de la Niñez en Bahía Blanca.

“En estas últimas semanas estamos recibiendo muchas solicitudes de comedores, escuelas y jardines de infantes que han perdido todos los juguetes y los materiales didácticos. Los problemas de la estructura edilicia y la falta de alimentos van postergando los pedidos de juguetes, que son muy importantes para desarrollar la estructura emocional de los niños, porque no solamente son una forma de vincularse con el aspecto lúdico y de fantasías, sino que también permiten elaborar en muchos casos distintas situaciones de temores como las que ha generado la inundación”, asegura la profesional.

Amigo, que trabaja con niños en la Iglesia Cristiana y es docente en el Instituto Superior Juan XXIII, donde quienes se forman para ser profesores brindan clases y talleres como voluntarios a los niños más vulnerables, explica que muchos niños de Bahía Blanca no solo vivieron cómo su hogar era destruido por el poder del agua, sino también su escuela, su iglesia y su comedor. Por eso cuando la llamaron para ofrecer ayuda desde la asociación civil Aralma, ella les pidió juguetes.

La psicóloga Sonia Almada, fundadora de Aralma, ONG que desde 2003 se dedica a la prevención y erradicación de todas las formas de maltrato infantil, puso en marcha la campaña “Un juguete, un abrazo”, para recolectar y enviar juguetes a los chicos de Bahía Blanca.

“Nos preguntábamos cómo hacen los terapeutas de Bahía Blanca para trabajar con los niños que no tienen juguetes ni en sus casas ni en las escuelas ni en los consultorios porque se perdió todo y nos dimos cuenta de que la gente fue muy solidaria y mandó mucha ropa, pero no pensó en los juguetes. El trauma vivido por los niños durante la inundación en Bahía Blanca es tremendo, por eso se requiere de esfuerzos muy específicos”, explica Almada.

Muchos de los espacios que necesitan juguetes son los comedores y espacios de cuidado de niños, lugares que perdieron prácticamente todo por las inundaciones

“Una vez que ocurrieron estas tragedias, lo más importante es que los niños puedan expresar lo que sienten, todos sus miedos, y brindarles respuestas con palabras compasivas y de cuidado. Pero los niños no siempre hablan con palabras, sino que a veces se requiere de elementos simbolizantes que hagan de intermediarios, por ejemplo los juguetes. Y el niño jugando en la casa, la escuela o el merendero puede demostrar qué lo está afectando, lo cual es una forma de sanar, metabolizar y elaborar las tragedias y los duelos. Muchos niños perdieron no solo su casa, su escuela y sus cosas, sino también a un ser querido”, agrega la terapeuta.

Por eso la asociación civil Aralma ya comenzó la colecta de juguetes nuevos o en excelente estado que a fin de mayo enviarán a la Iglesia Cristiana y el Instituto Superior Juan XXIII, donde se ocuparán de su distribución porque conocen las mayores necesidades.

Comedores a la espera de la ayuda

En el merendero Todo Corazón de Ingeniero White, una de las zonas más afectadas por el temporal, Teresa Troncoso recibe entre 80 y 100 familias para merendar tres días, y llevarse viandas los otros días. “Es muy triste ver llorar a los chicos porque no solo lo pasaron muy mal, sino que además no tienen juguetes. Acá teníamos muñecos y pelotas para que ellos jugaran en los talleres y los festivales, pero se perdió todo. Al subir el agua, se llevó todo lo que era de peluche y liviano. Y lo que quedó, quedó tapado por barro y agua de las cloacas”, dice Teresa.

Además de juguetes, muchas familias y espacios para las infancias necesitan libros infantiles

“Al merendero vienen más de 100 chicos, desde bebés hasta 13 años, algunos con problemas de autismo, que son los que más sufren porque tenían un apego muy especial con sus muñecos. Mi nieto Mateo de 3 años me decía ‘abuelita, quiero mis cosas’. Pero acá se perdieron la ropa, las sábanas y los juguetes, porque hubo más de un metro de agua del arroyo y de las cloacas. Cuando empezó la inundación, mi hijo y mi nuera se fueron con Mateo al cuartel de bomberos que está a una cuadra y media. Después los llevaron en una balsa hasta una escuela técnica. Con mi hija nos quedamos un poco más, hasta que nos llegó el agua hasta la cintura y también nos fuimos. Cuando volvimos, varios días después, habíamos perdido todo”, recuerda con tristeza.

Allí no solamente les hacen falta muchos juguetes para los chicos, sino también mesas y sillitas pequeñas para hacer actividades.

El merendero Mamás Unidas funciona en Barrio Esperanza, que también fue muy afectado por el agua. “Tenemos 80 familias, entre fijas y suplentes, a las que les repartimos alimentos y roperitos de todo lo que vamos consiguiendo en la semana. Pero cuando anunciamos en las redes sociales que hacemos las entregas, llegan hasta 120 familias para pedir ayuda”, cuenta Andrea Maldonado, madre de Santino, de 11 años, Axel, de 12, y Narella, de 15. Ellos perdieron sus libros, sus juguetes, la ropa, las computadoras de la escuela y hasta sus actas de nacimiento.

“Asistimos a mucha cantidad de niños por cada familia. Ya entregamos algunos juguetes y mochilas, pero no alcanzaron para todos. Acá lo que más necesitan los chicos son pelotas de fútbol, muñecas, cositas de belleza para armar pulseritas y collares, camiones, autitos y mochilas con útiles”, agrega, esperanzada de que pronto llegue la ayuda.

Cómo ayudar

La campaña propone reunir juguetes que no sean bélicos, no tengan pilas ni piezas pequeñas, sean nuevos o estén en perfecto estado, limpios y listos para usar.

Los podés llevar a las siguientes direcciones:

  • Sideral, ubicado en Griveo 3676, CABA, teléfono +54911-5516-4792 (lunes a viernes de 15 a 17).
  • Sideral, ubicado en Dr. Manuel A. Rouco 1283, Villa Lynch, provincia de Buenos Aires (lunes a viernes de 9 a 15).
  • El living de Olivos, en Corrientes 1150, Olivos, provincia de Buenos Aires (lunes a viernes de 10 a 14).

Además, podés hacer donaciones de dinero en las cuentas de Aralma del Banco Provincia de Buenos Aires Aires (CBU 0140028101509606286641 y alias CUADRO.LIBRE.JARDIN) o Mercado pago (CVU 0000003100099057589712, alias: LaVozDeLaInfancia, CUIT/CUIL 30715746804).

Para más información, podés entrar a la cuenta de Instagram o la web de ARALMA.

Deja un comentario

Next Post

“Genera cierta fragilidad”: la visión de dos economistas sobre el futuro del dólar y los “riesgos” del plan de Milei

Productividad. Eficiencia. Baja de costos. Esas son tres de las claves que deben marcar la agenda de corto plazo de las empresas, según los economistas Mariana Camino, CEO de la consultora Abeceb, y Daniel Artana, economista jefe de la fundación Fiel. Es que, según los analistas, el escenario de baja […]
“Genera cierta fragilidad”: la visión de dos economistas sobre el futuro del dólar y los “riesgos” del plan de Milei

NOTICIAS RELACIONADAS

error: Content is protected !!