El ministro de Economía, Luis Caputo, prometió que seguirá bajando impuestos y filtró un reclamo a los gobernadores. “De paso, aprovecho para pedir que metan presión a las provincias para que también los bajen”.
La reducción de la carga tributaria será posible, según anticipó el funcionario, porque la Argentina puede crecer 6% o incluso más, no solo este año, sino los próximos siete.
Caputo desplegó su confianza en el rumbo del país en el 42° Congreso Anual del IAEF, organizado en el Centro de Convenciones. Aprovechó para elogiar al presidente, Javier Milei, a quien tildó como el único que tiene la personalidad y el coraje como para llevar el actual programa económico adelante. Minutos después, el propio Milei cerró el encuentro.
El crecimiento que proyecta, según dijo, se va a traducir en una mayor recaudación. “Como va a seguir la motosierra, el superávit va a ser más alto, lo que nos va a permitir devolverle al sector privado mediante la baja de impuestos. Si el país creciera entre 6% y 8% hasta 2031, estaríamos devolviéndole al sector privado entre US$450.000 y US$500.000 millones al sector privado”, afirmó. Y, otra vez, envalentonado por los aplausos, agregó: “Ese tendría que ser un incentivo enorme para el sector privado para que apoye nuestro programa y las reformas que son necesarias”.
El ministro fue un paso más allá y subrayó que este gobierno va a hacer lo contrario a lo que hacía el kirchnerismo, “que le sacaba plata al sector privado y agrandaba el estado”.
Luego añadió: “Nosotros hacemos el camino exactamente inverso, con lo que bajamos el impuesto inflacionario y otros impuestos. Imagínense lo que puede ser el país dentro de tres o cuatro años: se van la mayoría de los impuestos. De paso, aprovecho para pedir que metan presión a las provincias para que también los bajen”.
Claro que el dólar y la inflación no podían quedar afuera de su análisis y, sobre todo, de las preguntas que les llegaban desde los directivos de finanzas presentes en Congreso del IAEF. En cuanto a la moneda estadounidense, reiteró que no se va a intervenir dentro de la banda que se ha fijado –un piso de $1000 y un techo de $1400-. “Dijimos que la banda es esa, que ahí vamos a flotar y eso es lo que vamos a hacer, porque eso es lo que le da credibilidad al programa”, dijo.
Respecto de la inflación, fue terminante: “Va a colapsar”. Y explicó que eso va a suceder porque ahora existen condiciones que antes no había, como superávit fiscal, emisión cero desde hace un año y un Banco Central (BCRA) muy bien capitalizado por primera vez en el año.
“Esto no pasa hace 120 años. Esta es la forma de controlar la inflación. Soy optimista de que esto va a ser un proceso en el que en los próximos 12 meses estaremos convergiendo con la inflación internacional. Creo que nos va a sorprender y va a ser más rápido de lo que se cree”, se animó.
Caputo enfatizó, además, que el riesgo país también debería bajar. ¿Por qué eso no pasa aún? “Porque hay cosas que pesan: nuestra historia como país y el riesgo a la vuelta del kirchnerismo, que para algunos es un riesgo que está. Ahora, si uno viniera hoy de Marte, en uno de los primeros países en los que invertiría sería en la Argentina. El riesgo país actual es el costo del pasado lejano y el pasado cercano, por eso es importante el apoyo de la gente”, dijo.
El ministro insistió en que la foto de hoy era inimaginable hace 16 meses. “Pero lo importante no es la foto -continuó-, sino la película, que por primera vez es buena en la Argentina. Hoy es la primera vez que hay un orden macroeconómico por decisión política, no porque venimos de una crisis. Nuestro Presidente tiene la personalidad y el convencimiento para cambiar las cosas. Aprovechémoslo”.
A la hora de hablar de las turbulencias de los mercados internacionales que podrían repercutir en la Argentina, Caputo dijo que lo único que se puede hacer ante eso es más ortodoxia. “Riesgo de shock externo va a haber siempre y la única forma de no contagiarse es tener la macroeconomía ordenada. Cuando te agarran con la macro desordenada pagás un costo, que es lo que estábamos acostumbrados que le sucediera a la Argentina. Hoy la actitud nuestra es distinta: dado un shock externo no nos vamos a mover ni un centímetro del orden macro”.
Ante una pregunta sobre cuál considera que fue el mayor logro del Gobierno, el ministro respondió: “El haber evitado una crisis que la historia muestra que parecía inevitable. Por muchísimo menos, la Argentina cayó en crisis terminales. De hecho, todo el mundo me decía que no aceptara el cargo, porque el primero que agarra en Economía es el que asume el costo”.
Esa crisis que se evitó, continuó Caputo, hubiera llevado la pobreza al 90%. “Tenemos tanta confianza en lo que se está haciendo que ojalá se la podamos contagiar a muchos más, porque bajaríamos mucho más rápido los impuestos y saldrían muchos más argentinos de la pobreza”, enfatizó.
Con vistas a los próximos dos años y medio, el ministro detalló lo que pueden esperar del actual gobierno los argentinos. “Habrá más baja de impuestos, más eliminación de regulaciones, más apertura económica y, si tenemos el apoyo de la gente en las elecciones, reformas estructurales, que ya tenemos listas, pero sabemos que no podemos mandar al Congreso, porque hay una buena parte del Congreso que no quiere que al país le vaya bien”, concluyó, nuevamente, bajo el sonido de los aplausos.