La deuda estudiantil en Estados Unidos engloba el dinero que millones de personas piden prestado para poder pagar su educación superior (universidad, posgrado, etc.). Y si bien este tipo de pasivo se convirtió en un problema nacional por su magnitud, ahora la administración de Donald Trump dejó pocos “alivios” vigentes debido a sus nuevas determinaciones.
¿Por qué hay tantas personas con deuda estudiantil en EE.UU.?
Según estimaciones del Departamento de Educación en EE.UU., aproximadamente 42,7 millones de estadounidenses (12,5% de la población) tenían una deuda estudiantil federal en 2024. El saldo promedio de ello ronda los 1,6 miles de millones de dólares.
De acuerdo a consultoras financieras como NerdWallet, los principales factores para que la deuda estudiantil haya escalado tanto, se debe a la combinación de tres factores: altos costos universitarios, fácil acceso al crédito y falta de apoyo público sostenido a la educación superior. tos de la educación superior
Las universidades en EE.UU., especialmente las privadas, pueden costar entre US$20 mil y US$70 mil dólares al año. Incluso las universidades públicas cobran miles de dólares anuales por matrícula sin contar los gastos escolares de cada carrera; y en general, estos costos aumentan mucho más rápido que los salarios promedio.
Por otro lado, la carga de la deuda poco a poco se desbalanceó cuando el gobierno dejó de absorber la mayor parte de los gastos para pasarlos a los estudiantes y a sus familias.
A nivel popular, mucho tiempo persistió la concepción de que ir a la universidad era una garantía para el dinero y el éxito, así que muchos no vieron problema en endeudarse con su carrera para pagarla en cuanto tuvieran trabajo. Tristemente, el desempleo y los bajos salarios se impusieron en millones de casos.
Trump eliminó varias condonaciones de deuda, pero todavía existen “salvavidas”
Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump y su equipo impulsaron la eliminación o restricción de muchos programas de condonación de deuda estudiantil. Lo anterior, se fundamentó principalmente en motivos ideológicos, presupuestarios y administrativos, pero principalmente, la intención es reducir el costo público federal.
Sin embargo, quienes lo necesiten todavía pueden recurrir a algunos programas de condonación que, a fecha de hoy siguen disponibles:
- Perdón por Servicio Público (PSLF): aún existe, pero se anunciaron nuevas restricciones que podrían afectar a cierto tipo de empleados públicos.
- Perdón por discapacidad total y permanente (TPD): si una persona está completamente discapacitada (según el Departamento de Asuntos de Veteranos, la Seguridad Social o un médico certificado), puede calificar para la condonación total de su deuda. Este programa sigue sin cambios bajo la administración Trump.
- Condonación bajo planes de pago basados en ingresos (IDR) antiguos: aunque el plan SAVE fue cerrado, algunos planes anteriores como PAYE, REPAYE y IBR todavía están disponibles para nuevos y antiguos prestatarios. Se ofrece la condonación tras 20 ó 25 años de pagos.
- Defensa del prestatario contra el reembolso (Borrower Defense): destinado a quienes vivieron algún tipo de fraude por parte de su universidad. El programa está vigente, pero se volvió mucho más estricto con sus criterios.
Breve historia de las deudas estudiantiles en EE.UU.
El sistema de préstamos estudiantiles federales comenzó a tomar forma tras el Sputnik (1957), cuando EE.UU. quiso mejorar la educación científica frente a la entonces URSS.
Poco a poco, el gobierno empezó a diversificar préstamos y a autorizar a bancos privados para otorgarlos.Eso aumentó el número de matrículas universitarias, pero también, representó el ascenso significativo de la deuda en general.
En la actualidad, la deuda estudiantil se considera un problema arraigado en la sociedad estadounidense, y más allá de las cargas económicas, muchos expertos (como Kristen P. Lindgren, de la Universidad de Washington) hablan del costo emocional que este conflicto desata en el colectivo.