El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) confirmó que el fenómeno climático La Niña ha llegado a su fin, dando paso a una fase neutral en el patrón climático conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS).
Según el organismo, las condiciones oceánicas y atmosféricas que caracterizaron a La Niña entre diciembre de 2024 y marzo de 2025 ya no están presentes, lo que marca un retorno a la normalidad en el clima del océano Pacífico.
Este cambio tiene implicaciones significativas para el clima global y, en particular, para Colombia.
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De acuerdo con el Ideam, la fase neutral del Enos se mantendrá durante los próximos meses, con una probabilidad del 74% de persistir durante el verano del hemisferio norte, que abarca los meses de junio a agosto de 2025.
Además, se estima que esta fase continuará hasta el trimestre agosto-septiembre-octubre, con probabilidades superiores al 50%. Este pronóstico fue respaldado por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), que también proyecta condiciones neutrales para el mismo periodo.
La transición hacia una fase neutral implica que las temperaturas del océano Pacífico ecuatorial han regresado a niveles normales, tras el impacto de La Niña, que se caracteriza por temperaturas más frías de lo habitual en esta región. Este fenómeno climático tiene un efecto directo en los patrones de lluvia y temperatura a nivel global, y su finalización podría traer cambios en las condiciones meteorológicas de diversas regiones.
En el caso de Colombia, el Ideam señaló que la fase neutral favorecerá condiciones atmosféricas típicas de la época del año. Sin embargo, advirtió que esta fase también puede generar variaciones en los patrones de lluvia en diferentes áreas del país. Esto significa que, aunque se espera un clima más estable en comparación con los meses anteriores, podrían presentarse alteraciones en la distribución y frecuencia de las precipitaciones.
El fenómeno Enos, que incluye tanto a El Niño como a La Niña, es un patrón climático natural que afecta las temperaturas del océano y los patrones de viento en el Pacífico tropical. Mientras que El Niño se asocia con temperaturas oceánicas más cálidas y sequías en algunas regiones, La Niña provoca un enfriamiento del océano y un aumento en las lluvias en otras áreas. La fase neutral, por su parte, representa un estado intermedio en el que las condiciones climáticas tienden a estabilizarse, aunque no están exentas de variaciones.
El Ideam y la Noaa continuarán monitoreando de cerca las condiciones climáticas en el Pacífico y su impacto en las regiones afectadas. Este seguimiento es crucial para anticipar posibles cambios en los patrones meteorológicos y preparar a las comunidades frente a eventuales alteraciones en el clima.
Pese al anuncio del fin del fenómeno de la Nina, Antioquia se mantiene en alerta por riesgo de deslizamientos
Más de 20 municipios en el departamento de Antioquia, Colombia, se encuentran en alerta roja debido al riesgo de deslizamientos de tierra, según el más reciente informe del Ideam.
Este organismo advirtió que las lluvias más intensas del país se concentrarán en esta región, lo que incrementa significativamente la probabilidad de emergencias relacionadas con fenómenos climáticos. Además, se emitieron alertas amarillas y naranjas en otras zonas del departamento por posibles inundaciones e incendios.
El Ideam detalló que las precipitaciones más fuertes en Antioquia se presentarán durante las tardes y se extenderán hasta la noche, afectando especialmente a la región Andina hacia el norte y a áreas cercanas a la región Pacífica. En Medellín, la capital del departamento, se espera un clima con nubosidad variable, lloviznas y lluvias, con temperaturas que podrían alcanzar los 30 grados Celsius (86 grados Fahrenheit).
El impacto de esta temporada de lluvias ya ha dejado consecuencias significativas en el departamento. Según el Ideam, 22 municipios han sufrido daños considerables, afectando a más de 8.000 familias. En el municipio de Sabaneta, ubicado en el Valle de Aburrá, un deslizamiento de tierra obligó a evacuar 23 viviendas debido al alto riesgo, dejando a más de 200 personas damnificadas. Este evento subraya la vulnerabilidad de la región frente a las intensas lluvias.