La labor de los enfermeros en los hospitales es primordial: administran medicamentos, realizan curas, ponen inyecciones, toman las constantes vitales, vigilan el estado del paciente y pueden convertirse en un apoyo emocional fundamental para este y sus familiares. Sus tareas son variadas y su importancia mayúscula.
Pese a todo ello, algunos enfermeros señalan que el trato que reciben en su puesto de trabajo no es acorde a su relevancia en los hospitales. Aunque no siempre ocurre, en ocasiones se encuentran con situaciones en los que se sienten invisibilizados. Jon, un enfermero que trabaja en un hospital de la capital de España, ha publicado recientemente un vídeo en su cuenta de TikTok (@quesejon) exponiendo esta cuestión y haciendo un alegato sobre la importancia de su profesión.
«Soy enfermero y no sé si lo sabéis, pero tengo un superpoder: ser invisible para los médicos», dice con sarcasmo. El profesional destaca que sus palabras se dirigen, por ejemplo, al hecho de que algunos médicos no toman en cuenta su presencia o su importancia: “Entran a la planta y es como si no estuvieras; yo creo que, cuando les dan la bata, les viene un antifaz incluido”.
El enfermero expone que, por ejemplo, se ha encontrado con situaciones en las que, pese a estar exponiendo que el trabajo lo ha realizado él, no se le reconoce su labor. “Dicen: ‘¿Dónde está la vía del paciente?’. ‘Aquí, la he puesto yo’. ‘Vale, ¿y quién le ha cambiado el apósito a este paciente?’. ‘También he sido yo’. Y, de repente, dicen ‘Perfecto, no sé quién ha sido, pero vale’“.
“Los médicos miran por encima del hombro”
Otro de los aspectos que Jon critica con respecto a estas situaciones es la forma en la que los enfermeros reciben los mandatos de los médicos. “Te dan órdenes como si tú fueras Siri: ‘Administra esto, cambia esto, haz lo otro…’. Y todo esto sin un ‘por favor’. ¿Pero qué soy? ¿Una app? Si, por lo menos, viniera el modo avión para desconectarme cuando hablan chorradas…“.
Además de ello, destaca que suelen ser los médicos los que se llevan el reconocimiento: “Cuando algo sale bien, ‘gracias, doctor’. Ah, claro, el doctor que ha estado tres segundos en la habitación, pero yo, que he estado cuarenta minutos sudando como cual persona que se mete en un escape room, no existo”.
La situación se invierte cuando algo no sale como estaba previsto, según expone el enfermo: “Ahí sí existimos”. En los momentos en los que algo sale mal, Jon explica que sí son señalados o que reciben la culpa por cuestiones sobre las que simplemente cumplían órdenes: “‘¿Y por qué este paciente está en ayunas?. ‘Doctor, porque usted pautó una prueba hace tres días que todavía no se ha realizado’“, ejemplifica.
Pese a este ambiente con el que a veces se encuentran él y otros enfermeros, tal y como destaca Jon, explica que eso no le hace perder la ilusión por su trabajo: “Aquí estamos, con una sonrisa, la vía en una mano, el tensiómetro en otra y los ojos puestos en todo. Porque, si los médicos miran por encima del hombro, nosotros miramos por encima del caos”.
