Pilar Mazo y Ana Lumbreras
Logroño, 16 may (EFE).- El músico Pablo Sáinz Villegas, considerado sucesor de Andrés Segovia, ha afirmado este viernes a EFE que trabaja para que «la guitarra española esté dentro del circuito internacional de la música clásica de los conciertos y que vuelva a convertirse en ese instrumento que ilumina e inspira al mundo».
Este embajador internacional de la guitarra clásica, quien reside en Miami (Estados Unidos), se encuentra en Logroño, donde nació en 1997, para participar en la cuarta edición de ‘La Rioja Festival’, un proyecto que él fundó y cuya finalidad es aunar todos los atractivos culturales de su región natal con la asistencia de músicos internacionales.
Llegado de Turquía, donde ha debutado con la Orquesta Presidencial de Ankara, Sáinz-Villegas ha dicho que, para él, devolver la guitarra española a los grandes escenarios del mundo «ha sido un camino de mucho esfuerzo».
«Lo consiguió Andrés Segovia hace más de 45 años, pero, desde entonces, desapareció de los grandes escenarios», por lo que ha sido un esfuerzo y un compromiso dar lo mejor de sí durante décadas para «tratar de devolver la guitarra española al sitio que se merece y que vuelva a reinar en los grandes escenarios del mundo, con las grandes orquestas y directores».
Para él, «la guitara es el instrumento más democrático que hay, es el instrumento de la gente, el más cercano al corazón de las personas, pero también es patrimonio inmaterial de nuestra historia y nuestra cultura».
«Es uno de los pocos instrumentos que está vinculado a un país, que es España, a su cultura y a sus tradiciones»; y, «al mismo tiempo, le pertenece al mundo», ha añadido Sáinz-Villegas, ya que, cuando la guitarra llegó a Brasil, se convirtió en el instrumento para hacer la bossa nova y la samba y el tango en Argentina.
Su propósito es «devolver ese valor que tiene como un embajadora natural de nuestra cultura y llevarla a los grandes escenarios del mundo»; además de que «la guitarra española es un instrumento que, de forma orgánica, entra dentro del corazón de las personas».
La guitarra, para él, es una extensión de sus brazos, de sus emociones, y le permite invitar a las personas a que participen de «una experiencia emocional única y eso es lo que hace la música».
Entre sus proyectos, ha destacado que, el próximo 6 de noviembre, actuará en Chicago, invitado por la orquesta sinfónica de esta ciudad estadounidense y el director de orquesta Riccardo Muti , lo que para él supone una responsabilidad y es importante, sobre todo, por el alcance de este maestro italiano, quien la última vez que tocó con un guitarrista fue hace 40 años, con Narciso Yepes.
Además de este concierto, que ha considerado «histórico» por actuar con Muti, Sáinz-Villegas tiene por delante unos meses llenos de conciertos, que le llevarán por diferentes países «dando lo mejor de mí cada vez que salgo al escenario».
Entre ellos figuran los previstos en Budapest (Hungría), Montana (Estados Unidos), Suiza y México, ha señalado este artista, para quien su vida es «una maleta en la mano y la guitarra en la otra», ya que cada semana le lleva a una parte del mundo como parte de su gira.
Por ello, aunque su domicilio está ahora en Miami, se considera un «nómada», que tiene la suerte de viajar con su familia por el mundo para actuar con su guitarra, a la que dedica muchas horas de estudio y de «acariciarla» todos los días.
«Al final, es una relación intrínseca y que necesita ese entrenamiento a nivel físico, emocional y espiritual», ha añadido este guitarrista, quien también trabaja con varios compositores para grabar un disco con el Cuarteto Agarita, de Estados Unidos, lo que espera que pueda materializarse el próximo año. EFE
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