La caída en la cantidad de obras públicas que generó la gestión de Javier Milei y los planes inconclusos de la provincia de Buenos Aires suman, al menos, 100 proyectos de infraestructura pendientes que, entre otras funciones, mitigarían inundaciones.
Tan solo un ejemplo de ello es la obra que se proyectó en 2022 en el barrio Villa Nueva, de Zárate, uno de los municipios más afectados en las últimas horas. Se trata de un desagüe pluvial de “defensa hídrica”, con un costo estimado hace tres años que alcanzaba los $526 millones. LA NACION consultó a las autoridades que estaban entonces a cargo del Ministerio de Obras Públicas, cuando lo encabezaba Gabriel Katopodis, pero no hubo respuesta sobre el inicio de los trabajos. ¿Se puso en marcha o fue solo un anuncio?
Katopodis es el actual ministro de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires. Su cartera actualizó el plan de “Obras para prevenir las inundaciones y los efectos del cambio climático en la Provincia” en marzo, mismo mes que ocurrió la tragedia de Bahía Blanca.
Dicho plan, cuya confección es anterior a la inundación en Bahía Blanca, contempla 130 obras, de las cuales 14 finalizaron.
Las 116 que siguen pendientes se concentran en La Plata, Luján, La Matanza, Quilmes, Merlo, Lomas de Zamora, Florencio Varela y Pilar, entre otros municipios. Ninguna de ellas se ubica en Zárate o Arrecifes, distritos actualmente golpeados por el avance del agua.
Esa cifra se suma a las 19 que LA NACION relevó luego del desastre en Bahía Blanca, y que todavía orbitan bajo la responsabilidad de la Secretaría de Obras Públicas, tal como refiere el Mapa de Inversiones del Gobierno. La última actualización de sus datos indica que dichos proyectos precisan al menos $95.521 millones para completarse.
Por su parte, las 116 obras pendientes incluidas en el plan de la administración Kicillof suman un total de $1,4 billones, que rondan los US$1200 millones.
“Las obras provinciales continúan ejecutándose a buen ritmo”, indicaron fuentes del Ministerio de Infraestructura bonaerense. El mensaje de la provincia busca marcar un contraste con el gobierno nacional.
Según el documento del plan bonaerense, de las 116 obras pendientes, 49 están en ejecución, 46 en etapa de proyecto, 10 a licitar, dos en proceso de reactivación y nueve neutralizadas. De estas últimas, tres ya retomaron trabajos, tal como informaron fuentes oficiales. Pese a eso, no lograron precisar desde cuándo existe este plan ni qué fecha de finalización tienen los trabajos ya iniciados.
Dentro de las obras en ejecución sobresalen cinco distribuidas en La Matanza, San Antonio de Areco, Luján y La Plata, por sus montos más elevados. El ministerio a cargo de Katopodis estima que terminarán en 2025 o en 2026.
La segunda etapa de “Desagües Pluviales en La Cuenca del Arroyo Duppy” contempla un financiamiento de $40.072 millones. Se ubica en La Matanza y es la obra en ejecución más costosa.
“Permitirá prevenir las inundaciones que históricamente afectaron a las localidades de Rafael Castillo y Gregorio de Laferrere”, describe el documento oficial.
La segunda obra en ejecución con la inversión más alta es la del ensanchamiento del cauce del río Areco, que incluye a los municipios de San Antonio de Areco y San Andrés de Giles. Su cifra asciende a $32.204 millones.
Los trabajos de “Mejoramiento del tramo medio del Río Luján” precisan una inversión total de $26.671 millones y completan el podio de las más costosas en ejecución.
La decena de obras “a licitar” prevén proyectos cuya inversión oscila entre los $5000 y $10.000 millones, pero hay una que supera ese monto. Se trata de la tercera etapa de los desagües pluviales en La Matanza, un proyecto cuyo financiamiento demandará $59.998 millones, según datos oficiales.
Las dos obras que están en “proceso de reactivación” se encuentran en Quilmes. La suma de ambos proyectos supera los $16.000 millones. Se trata del entubamiento del Canal Cordero y de los desagües pluviales de la Cuenca San Francisco.
A su vez, la carpeta de proyectos incluye obras que también parecen ambiciosas. Una de ellas es el aliviador de la Cuenca San Francisco y el arroyo Las Piedras. Ostenta un costo estimado de $305.279 millones y atraviesa a los municipios de Quilmes, Florencio Varela, Avellaneda y Almirante Brown.
El segundo proyecto más grande también se ubica en el área metropolitana de Buenos Aires, ya que implicaría trabajos en Florencio Varela y Berazategui. El entubamiento del canal San Juan implicaría un gasto de $43.919 millones e impactaría en la vida de 125.000 personas, de acuerdo con los planes oficiales.
Y la tercera inversión más alta en la carpeta de proyectos lleva directo a una de las ciudades que ha sufrido el golpe de las inundaciones: La Plata. En este caso, la administración Kicillof incluyó en su plan de obras al derivador de la Avenida 32 de la capital bonaerense.
Al momento de publicación de este artículo, ningún funcionario detalló fechas de inicio o finalización de estas obras proyectadas. Sin embargo, apuntaron la mirada al Fondo Hídrico de Infraestructura, a propósito de la búsqueda de financiamiento. Dicha partida depende de la administración nacional.
“Este fondo recibe recursos a través de una alícuota del 5% sobre la transferencia o importación de naftas y del 9% cuando se trate de gas destinado a gas natural comprimido para el uso como combustible en automotores, con afectación específica al desarrollo de proyectos, obras, mantenimiento y servicios de infraestructura hídrica”, explica un documento del Ministerio de Economía nacional. Esto significa que se nutre del pago de los impuestos referidos.
En 2024, los ingresos corrientes del Fondo de Infraestructura Hídrica alcanzaron $98.538,5 millones y tuvo gastos de capital por $12.709 millones.