Pedro Pascal encontró su hogar en un país que no lo vio nacer. Tras una niñez marcada por la huida y la reconstrucción familiar, se abrió camino en la industria del entretenimiento con perseverancia. Hoy, no solo brilla como uno de los actores más populares de Hollywood, sino que representa con fuerza la identidad latina. Su historia, sin embargo, dista mucho de ser sencilla.
Pedro Pascal: del exilio a convertirse en uno de los actores más aclamados de Hollywood
- Pedro Pascal nació en Santiago de Chile en 1975, en medio de un panorama político cargado de tensiones. El golpe militar encabezado por Augusto Pinochet obligó a su familia a abandonar el país.
- Con apenas nueve meses, sus padres pidieron asilo político en la Embajada de Venezuela; posteriormente, vivieron un tiempo en Dinamarca antes de instalarse definitivamente en Estados Unidos.
- Este recorrido como refugiados dejó una huella profunda en su identidad y su sensibilidad artística, según lo que el propio actor contó en el podcast Smartless en 2023.
Durante sus primeros años en Norteamérica, la familia se estableció primero en San Antonio, Texas, y luego en Orange County, California. Su madre, Verónica Pascal, psicóloga infantil, tuvo un papel decisivo en el desarrollo emocional y artístico del futuro actor. En casa, conservaron el idioma español y mantuvieron vivas las memorias de su tierra natal.
El desarraigo se convirtió en parte esencial de su personalidad. La actuación apareció como una vía para comprender y canalizar esas emociones complejas. Esa etapa temprana de su vida influyó en su empatía y en su elección de historias que reflejan la condición humana.
Una década de resistencia en Nueva York antes de llegar a la pantalla grande
Luego de graduarse en la prestigiosa Tisch School of the Arts de la Universidad de Nueva York, Pascal inició su carrera en la actuación enfrentando múltiples desafíos. Compartía vivienda, trabajaba en restaurantes y aceptaba cada propuesta que se cruzaba en su camino. La inestabilidad era constante; aun así, nunca consideró rendirse.
Durante más de diez años, su rostro apareció esporádicamente en producciones televisivas como Buffy the Vampire Slayer o Law & Order. La mayoría de sus papeles eran breves y mal remunerados. Según relató en una entrevista con Los Angeles Times, hubo momentos en los que pensó en abandonar la profesión. Ser un actor latino sin conexiones ni un apellido conocido dificultaba cualquier posibilidad real de crecimiento
A pesar de la adversidad, Pascal no abandonó su vocación. Siguió activo en el teatro independiente de Nueva York, donde poco a poco ganó respeto entre colegas y directores. Esa constancia fue esencial para el giro que daría su carrera más adelante.
Del anonimato al estrellato global: la llegada de Game of Thrones
La gran oportunidad llegó en 2014 con su participación en Game of Thrones. Su interpretación de Oberyn Martell, un personaje complejo y carismático, captó de inmediato la atención del público. Aunque su participación fue breve, resultó decisiva. A partir de ese momento, comenzaron a lloverle propuestas más ambiciosas.
Entre sus roles más destacados figuran el agente Javier Peña en Narcos (Netflix), Din Djarin en The Mandalorian (Disney+) y Joel Miller en The Last of Us (HBO). Estas producciones no solo lo posicionaron como una figura clave en la televisión internacional, sino que también mostraron su versatilidad y profundidad interpretativa.
El fenómeno Pascal va más allá de sus personajes. Su cercanía con los fans, su sentido del humor y su autenticidad lo transformaron en un ícono cultural. Su presencia constante en eventos, su apoyo a la comunidad LGBTQ+ y su discurso inclusivo consolidaron una imagen empática, comprometida y admirada.
Pedro Pascal: orgullo latino y responsabilidad social
A lo largo de su trayectoria, Pedro Pascal ha alzado la voz en defensa de los derechos de los migrantes y la representación de los latinos en los medios. Nunca ocultó su historia; por el contrario, la visibilizó como un ejemplo de lucha y pertenencia. “No quiero que nadie olvide por qué mi familia vino a Estados Unidos y qué significó para nosotros ese exilio”, declaró en el podcast Smartless.
Su compromiso se refleja también en acciones concretas. Ha colaborado con campañas educativas dirigidas a jóvenes hispanos y apoyó públicamente la reforma migratoria. En el ámbito artístico, promueve una industria más diversa e inclusiva, brindando oportunidades a talentos emergentes con historias similares a la suya.
Pedro Pascal también honra la memoria de su madre en cada paso de su carrera. La considera la fuerza que lo impulsó desde el inicio. Su vínculo emocional con ella se refleja en numerosos homenajes y menciones públicas. Para él, el éxito no consiste solo en alcanzar la fama, sino en representar con dignidad una historia marcada por el esfuerzo, el amor y la perseverancia.