El Parlamento de Japón ha aprobado este viernes una ley de defensa preventiva contra ataques informáticos que concederá al Gobierno la posibilidad de interceptar comunicaciones entre servidores de países extranjeros y de neutralizar «servidores de datos hostiles» en el caso de un ataque.
Según fuentes de la agencia oficial de noticias japonesa Kyodo, la intención del Gobierno es convertirse en una entidad «plenamente operativa» contra ciberataques para 2027 y esta nueva ley forma parte del marco legal que establecerá al respecto.
La nueva ley permitirá no solo analizar datos de servidores japoneses usados para el intercambio de información entre dos países extranjeros sino los datos que enviados desde Japón al extranjero.
Las comunicaciones domésticas quedan al margen de esta ley, que se circunscribe a la vigilancia del flujo de datos en bruto y no a la comunicación en forma de mensajes de texto, como los correos electrónicos, cuyo contenido en modo alguno puede ser investigado por las autoridades.
Asimismo, la ley establece la configuración previa de una comisión de expertos independiente que debe dar su aprobación tanto a la supervisión de datos sospechosos como a cualquier acción que el Gobierno japonés decida emprender a la hora de neutralizar «servidores enemigos».