En 2021, un incendio devastador en Boulder, Colorado, dejó a Melanie Gordon sin casa y sin su querida mascota. Ante la pérdida total, decidió emprender un viaje sin rumbo que la llevó, tres años después, a instalarse en Santa Catalina, un pequeño pueblo de pescadores en la costa pacífica de Panamá. Allí, halló una comunidad cálida y una forma de vida sencilla, muy diferente a la que tenía en Estados Unidos.
De perderlo todo en un incendio en Colorado a vivir el sueño en Panamá
Aquella noche, en la que Melanie Gordon perdió su hogar, marcó un punto de inflexión. Su vivienda, al igual que su gato, quedaron reducidos a cenizas. Sin un sitio donde quedarse, tomó su mochila y comenzó a recorrer distintos países, sin un objetivo fijo. Este recorrido la condujo a Santa Catalina, conocido por su entorno natural y su estilo de vida apacible.
El pueblo, con apenas unos cientos de habitantes, carece de muchas comodidades modernas. No hay Uber, tampoco entregas a domicilio, y los cortes de luz son frecuentes. Aun así, cuenta con lo básico, una farmacia, un cajero automático, una estación de policía y un puesto de salud. Además, en sus tiendas se consiguen productos importados, y la frutería local ofrece una gran variedad de frutas y verduras frescas, según lo que ella misma relata en Business Insider.
Su llegada a Latinoamérica y el cambio de vida
La decisión de quedarse en Panamá no surgió de un plan previo. Durante su travesía, Melanie descubrió en Santa Catalina un lugar que reunía la tranquilidad y la sencillez que tanto anhelaba. Vivir cerca del mar le permitió reconectarse con la naturaleza y adoptar un estilo de vida más consciente.
En los últimos años, Panamá se posiciona como un destino popular entre quienes buscan cambiar de vida. El clima tropical, el costo de vida relativamente bajo y las políticas fiscales favorables atraen a extranjeros de distintas partes del mundo, de acuerdo a Forbes. El país ofrece un equilibrio entre la modernidad urbana y la calma rural, lo que lo convierte en una opción atractiva para quienes desean establecerse fuera de su país de origen.
Melanie entendió que la felicidad puede hallarse en lo esencial. En Santa Catalina, redescubrió el valor de los alimentos frescos, el vínculo con la naturaleza y el sentido de comunidad.
En su cuenta de Instagram, @livinginflowco, muestra momentos de su vida cotidiana, caminatas por la playa, consejos para adoptar un estilo de vida más consciente y relatos sobre cómo dejó atrás el ritmo acelerado de la ciudad, o información de viajes.
Cada envío que recibe en su apartado postal en Miami representa más que un paquete; es un gesto que ilustra su nueva relación con los objetos y el consumo.
Un cambio de vida lejos de Estados Unidos
Instalarse en Santa Catalina trajo consigo nuevos desafíos. El calor intenso, las lluvias torrenciales y la presencia de animales como serpientes y cocodrilos fueron parte del proceso de adaptación. A pesar de eso, Melanie encontró compensaciones en la vida cotidiana: el ritmo pausado, la conexión con el entorno natural y el apoyo de una comunidad unida.
La diversidad del pueblo es notable. Allí conviven familias locales con inmigrantes y nómadas digitales de distintos lugares del mundo, lo que genera un ambiente multicultural en el que confluyen varios idiomas y tradiciones.
Empezar desde cero, el gran desafío al que tuvo que enfrentarse
La experiencia de reconstruir su vida le enseñó a valorar lo esencial. En Santa Catalina, Melanie redescubrió la felicidad en lo cotidiano, comer alimentos frescos, vivir rodeada de naturaleza y compartir con otras personas. La ausencia de consumismo y la fuerte vida comunitaria le ofrecieron una mirada distinta sobre el bienestar.
Panamá, con una economía estable y un contexto político favorable, se consolidó como un país ideal para quienes desean reinventarse. De acuerdo con distintas encuestas, el 82 % de los expatriados se sienten satisfechos con su vida allí, destacando especialmente la calidad de vida y las oportunidades que el país brinda.
Panamá, el refugio perfecto para una vida tranquila
Instalarse en Panamá implica comprender ciertas condiciones migratorias y económicas. Existen múltiples formas de residencia legal, como la visa de pensionado o la de países amigos, que facilitan la estadía de ciudadanos extranjeros.
En general, visit world today cuenta que, los gastos son más bajos que en Estados Unidos, especialmente en zonas rurales como Santa Catalina, donde los alquileres, la alimentación y los servicios son más accesibles.
A pesar de las ventajas, adaptarse al nuevo entorno no siempre es fácil. La burocracia, las diferencias culturales y el idioma representan desafíos importantes. No obstante, quienes optan por este destino coinciden en que el entorno natural, la tranquilidad y la calidez de la gente compensan ampliamente las dificultades iniciales.