La Bombonera habló. Como ocurrió en el empate ante Lanús por los octavos de final que maquillaron los penales, pero con mayor fiereza. Una vez que se consumó la derrota de Boca por 1 a 0 ante Independiente por los cuartos del Torneo Apertura; cuando la eliminación se convirtió en realidad, el aliento mutó en cabildo abierto.
El Xeneize fue más en el primer tiempo y generó las mejores situaciones. Incluso, Carlos Palacios falló una ocasión con el arco vacío. Ese pico en el rendimiento de los dirigidos por Mariano Herrón coincidió con el mayor fervor del público, que acompañó con su habitual efervescencia. Sin embargo, el unipersonal de Angulo que decretó el 1-0 fue modificando el clima. Los que dejaron la cancha en los cambios (Zenón, el citado Palacios), resultaron silbados. Y luego de que el árbitro Nicolás Ramírez decretara el final, los abucheos se intensificaron.
Las cámaras de la transmisión oficial se posicionaron en el palco dirigencial, donde se encontraba el presidente Juan Román Riquelme. Con gesto adusto, el ex enganche, de 46 años, le dio un sorbo a una botella de agua, en lugar del mate que lo suele acompañar.
Enseguida, en las plateas, atronaron dos hits. Uno, el “que se vayan todos, que no quede, ni uno solo”. Luego, “la Comisión, la Comisión, se va a la p… que los parió”.
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