Canarias cerró 2024 con un récord de turistas al tras rozar los 18 millones de visitantes y, en lo que va de año, ya ha recibido a más de cuatro millones. Estos datos, que la convierten en el territorio (con algo más de dos millones de habitantes) más visitado, ponen contra las cuerdas a unos habitantes que ven como su calidad de vida se va recortando con el paso de los años, mientras que las cifras que no paran de crecer. Sus consecuencias –«turistificación, la especulación inmobiliaria y un modelo económico que solo genera desigualdad»– llevaron el pasado domingo a más de 30.000 canarios a manifestarse bajo el lema “Canarias tiene un límite”. Pero estas concentraciones, que partieron desde las islas de Tenerife, La Gomera, Gran Canaria, El Hierro, Lanzarote y La Palma, no han gustado a muchos de los turistas británicos, que se han pronunciado a través de los medios de comunicación del país.
El diario británico MailOnline ha recogido las críticas de varios turistas que se encontraban el fin de semana en Tenerife, desde donde manifestaron su desconcierto y enfado ante las peticiones de los canarios. “Creo que es estúpido”, opina Dave Dott, de 60 años, de Glasgow, que desde el paseo marítimo de Los Cristianos, dice al diario que“esta isla se derrumbará si los manifestantes se salen con la suya… Sin turismo la isla no tiene nada”. “Llevo décadas viniendo aquí y no me van a desanimar. Creo que es una minoría pequeña, pero ruidosa, obviamente no les importa el sector de servicios, que se vería enormemente afectado”, añade como puntilla final.
Paul Nixon, de 60 años, de Staffordshire, también ha estado visitando Tenerife durante años se mantiene en la línea de su compatriota: “Todo el mundo tiene derecho a protestar, pero realmente tienen que tener cuidado con lo que desean ¿y cómo se puede evitar que la gente se vaya de vacaciones? ¿Cómo ponerle fin sin molestar a la gente? Creo que corren el riesgo de destruir lo que han construido”.
Por su parte, una pareja de Staffordshire, Olwyn y Dave Hughes, ambos de 71 años, aseguran que “volverán a las islas griegas” si las protestas se vuelven demasiado pesadas. “Es nuestra 14ª vez aquí y aún no nos hemos desanimado, pero creo que mucha gente lo ha estado, porque ahora suele estar embestido y es mucho más tranquilo que el año pasado”, asegura Dave, que dice entender la problemática: “Entiendo que la vivienda es un gran problema, a lo que se enfrentan es el equivalente a que los estadounidenses adquieran todas las casas de Cornualles para segundas residencias, algunos de los lugareños no tienen ninguna posibilidad de comprar. Pero sin los turistas, mucha gente, como los miles de taxistas, no tendría trabajo”.
“Canarias tiene un límite”
Frente a las voces de los turistas, quedan las de los canarios, que han dicho basta. “No estamos en contra del turismo, estamos a favor de un modelo en el que se controle y mida la cantidad de turistas que somos capaces de recibiren unas islas ya colapsadas. Vamos por los 18 millones de turistas (al año) y parece que esto va a más. Seguimos con campañas, con ese llamamiento sin aforo y sin límite”, denundiaba ante la prensa Helena Espinosa, representante de ATAN, uno de los colectivos convocantes, según recoge Europa Press.